Capitulo 63

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Beso

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*¿Y que paso? –Me pregunto Nicolás-

*Nada, me corto

*Bueno, es obvio que fue porque escucho a Luisana

*Pero no puede ponerse celosa, ella termino con todo

*Bueno, macho, es lógico

*¿Qué es lógico? ¿Qué sea una histérica? No me quiere con ella, pero tampoco me quiere con nadie mas, Tacho

*¡No me digas así! Te ama, pibe, es normal, así son las mujeres

*Bueh…      

*Ademas, sabes por que termino con todo, Peter

*Si… ¿Vos que sabes de eso?

*Eugenia me dijo que no dijera nada, lo siento

*¡No seas pollera, dale, decime!

*Te los corto si me causas problemas con Eugenia, eh

*¡Dale!

*Al parecer la bebé es tu hija

*¿Hija? ¿Es niña?

*Si

Una lagrima se deslizo por mi mejilla, sonreí. Una hija. Lali esta esperando una hija mia.

*¿Peter, seguís?

*Si

*Te movio todo, ¿Cierto?

*No es seguro que sea hija mia y hasta que Lali me lo asegure lo creeré

-Peter… ¿Venis?

-Si, si, ya voy –Asintio, tiro un beso y se fue-

*Te vas

*Si, hablamos luego

*Dale, me avisas cuando vuelvan –Remarco la N- para ir por ustedes

*Dale, hermano, gracias

*Dale

Cortamos y me quede pensando en la conversación con Nicolás “Al parecer la bebé es tu hija” de que me movio todo, me movio todo. Pero no puedo confiar en ello hasta que no salga de la boca de Lali, y si es que es mi hija, le pediré explicaciones del por que no me dijo antes, hubiera amado estar en el embarazo, estar con ella, y solo con ella.

-¡Peter!

-¿Qué pasa, Luisana? –Grite mientras guardaba los planos-

-¿Podes venir?

-¡Voy! –Suspire y fui hacia ella- ¿Qué pasa?

-Tengo un problema –Se mordió el labio inferior, lucia enserio preocupada-

-¿Qué problema? ¿Qué pasa?

-Pasa que antes de venirnos para aca, yo le vendi mi apartamento a una amiga

-Ajam… ¿Y? –Ladeo la cabeza de un lado a otro, y entendí que era lo que queria- Que vueltera que sos –Sonrio-

-¿Entonces?

-¿Estas segura? –Asintio- Entonces si –Pego un gritillo de emoción y se colgó de mi cuello-

-Sos lo mas, mi amor. Sos lo mas, mas, mas –Beso mi mejilla repetidas veces-

-La convivencia es una etapa dura

-¿Te imaginas si la superamos? –Su voz esperanzada me mato-

-Y…ya foe, nos casamos –Dije burlon, me miro a los ojos y beso mis labios. Espero que no se lo haya tomado muy enserio-

El mes que pensaba que nos quedaba en México, se extendió a dos meses, Luisana estaba insoportable porque ya queria volver a Baires. La obra quedo casi terminada para cuando nosotros decidimos dar por terminado el plazo que nos pidieron, incluso prometi que si necesitaban algo solo iba a ser necesaria una llamada para volver.

Todo lo que compramos llegaría por paquetería, esperamos que no mucho despues de nuestra llegada. Le avise a Nicolás la hora en que llegaríamos para que él fuera a recogernos a Ezeiza, puteo mucho porque casi llegaríamos en la madrugada. Mi padre se ofreció pero le invente mil excusas.

Una vez arriba del avión, Luisana tomo mi mano y le dio un suave apretón, la mire sonriendo.

-¿Qué pasa, amor? –Le pregunte-

-Pasa que…-Se encogió de hombros- no se, estoy muy enganchada con vos, pibe

-Y yo con vos, piba –No mientas, Pedrin. Me susurro el subconsiente-

-¿Estas seguro de lo que vamos a hacer?

-¿Y que vamos a hacer? –Dije con un toque de picardia en la voz, golpeo mi hombro-

-¡No seas así, dale! Me refiero a lo de mudarnos juntos

-Si, eso…amor, -Me miro atenta- ¿Te acordas de Sofia? –Asintio- ella vive conmigo, y no podría, jamás, decirle que se fuera de mi apartamento

-Yo me llevo joya con todos, por mi no hay problema

-¿Segura? –Asintio- ¿Segura, segura? –Asintio-

-Si, Peter. Oye, le dije a tu padre que cuando llegaramos iríamos a cenar con ellos

-¿Por qué les dijiste eso? Y lo que es mas, ¿Cuándo?

-Porque quiero que estemos juntos, además vos me prometiste que un dia me presentarías a ellos como tu novia, Pi…-Asenti y la mire para que continuara-. Y les dije un dia que te hablaron y vos no pudiste contestar y…eso –Asenti y achine los ojos-

-¿Contestaste mi celular? –Asintio mirándome a los ojos-

-Pero no vi nada, igual ¿Tenes algo que no pudiera ver? –Solo mi llamada con Lali-

-No, pero es falta de confianza si lo hicieras

-No lo hice –Asenti y mire al frente-. ¿Estas enojado? –Negue sin voltearla a ver- Agh, -Gruño- si estas enojado

-Nada que ver, enserio

Senti como el avión empezó a carretear, y dimos la conversación por terminada. Solo me hablaba para que le diera un beso, o para que la abrazara, o para que tomara su mano. La verdad es que no me habia enojado porque contesto mi celular, no estaba enojado en absoluto, estaba pensando en Lali y en lo que le prometi sobre que cuando volviera a Buenos Aires, iria con ella, estoy pensando como va a ser eso posible si voy a tener a Luisana veinticuatro siete sobre mi y no lo digo en el sentido que me gusta.

-Peter…amor –Sus labios húmedos dejaron rastro en mis labios, abri los ojos lentamente-, llegamos –Sonrio-

-No senti cuando me dormi –Asintio sonriendo-

-Me di cuenta. Dale, bajemos –Me levante, la mitad de los pasajeros aun buscaban su equipaje. Tome las valijas de mano y bajamos; Privilegios de primera clase- ¿Iba a venir Nicolás?

-Si, ya debe de haber llegado –Beso mi mejilla sonriendo-. ¿Estas feliz de haber vuelto? –Asintio-

-Estoy feliz de haber vuelto con vos, en realidad

-Aw, sos mas tierna –Me rei en sus labios y la bese-. Veni, vamos a buscar al pelado

Recogimos el equipaje de la banda transportadora y salimos a la sala de espera. En el puro medio del lugar estaban él y Euge con un cartel enorme que decía “¡Bienvenido, pelotudo!” solte la carcajada y nos acercamos a paso apresurado, Euge fue la primera en abrazarme

-Hola, lunar –Beso mi mejilla repetidas veces, nos separamos y me tomo por las mejillas-, que bueno que volviste

-Me alegro de volver –Bese su frente, Luisana acaricio mi espalda-. Euge, te presento a mi novia, Luisana

-Si, ya nos conocemos, es tu ex –Dijo Luisana con la voz un toque de resentimiento-

-¿Su ex? –Dijo Nicolás interviniendo- Ah, hola, eh. Toma tu cartel –Me lo arrojo-

-¡Veni, imbécil! –Lo abrace por el cuello y palmeamos nuestras espaldas-

-Justo a tiempo –Me separe y negue. No es momento-. Hola, rubia –Le dijo a Lu y la abrazo. Habia olvidado que ellos ya se conocían- ¿Cómo los trato la tierra de los tacos? –Nos pregunto divertido-

-Bien, volveria siempre –Dijo Lu, Nicolás rodeaba sus hombros con camaradería-

-Que bueno que volviste, hay un par de chicas que te estan esperando –Me dijo Euge en un susurro, veníamos unos pasos detrás de ellos-

-Euge, tengo que hablar con ella –Asintio con la vista al frente-

-Si, tenes que…-Asintio-, toma –Me dio un papel doblado, lo abri y era la dirección de la casa del lago-. Cuando puedas –Se encogió de hombros-

-Gracias –La acerque por los hombros y bese su cabello-

-¿Quieren ir a desayunar? –Dijo Nicolás dándose vuelta, Luisana lo imito y nos miro, no con un muy buen gesto-

-No me mires así, teñida –Le dijo Euge, no se si en broma o enserio-

-¿Teñida? Claro, colleston –Retuco Lu-

-¡Oye! Rubia ceniza, por favor –Dijo con mucha diversión en la voz-. Te explicare todo en el camino –Le dijo ya tranquila-

Ellas venían en el asiento trasero, hablando como si se conocieran de toda la vida. Nicolás me platicaba lo que habia pasado en la empresa mientras estuve ausente. Papá ya estaba mas tranquilo, en todos los aspectos.

-¿Y…donde vivis, Lu? –Le pregunto Euge, ya sentados esperando el desayuno-

-Con Peter

-O sea… ¿Cómo? –Nos miro Eugenia, totalmente incrédula-

-Si, me mudo con él

-¿Peter? –Todos me miraron-

-Si –Asenti para confirmarlo-

Despues de eso, el silencio nos invadió. Hasta que Nicolás menciono un tema totalmente profesional, eso dejo a Eugenia fuera de la recién nacida charla. Y Luisana se dio cuenta de ello, y la hizo participe pidiéndole opinión. Todo volvió a estar bien. Creo.

-¡¿Vivir juntos?! –Grite alarmada-

-Si, pero calmate, no es para que te alarmes

-¿Cómo…como sabes eso vos? ¿Él te lo conto?

-Si y no

-¿Cómo “Si y no”?

-Fue Luisana

-¡¿Hablaste con el enemigo?!

-A ver, relájate, Lali

-¿Se ve enamorado? –Mis ojos se empañaron-

-Amiga, eso no es lo importante

-¿Eso es un “Si”? –Me miro a los ojos y se encogió de hombros- ¡Euge!

-Si –Me mordí el labio para evitar llorar-… pero nada comparado como cuando estaban juntos –Asenti con la cabeza gacha-

-Si, seguro…¿Cerras cuando te vayas? –Le pregunte en un susurro, mientras caminaba a mi habitacion-

-Lali…-Negue, y la oi suspirar-

Me acoste, y aferrada al collar que me regalo, deje que las lagrimas salieran. Llorar ya era una costumbre, solo lo hacia para sacar un pedazo de dolor, y pareciera que el dolor sale por un cuenta gotas, porque cada vez que lloro descubro que hay mas, y mas, y siento que jamás voy a dejar de llorar, siento que el dolor de no tenerlo, el dolor de ver mi vida tan derrumbada, jamás va a salir, jamás se va a acabar.

Una punzada en el vientre bajo me despertó, despues de cinco minutos, se fue, mire el reloj; 9:50 pm. Bueno, pense que era la madrugada. Antes de volver a dormir, me puse el collar. Senti que mas cerre los ojos, cuando el dolor volvió, pero mas fuerte. Recorde el consejo que mi madre me dio; “Los dolores son muy comunes, solo camina, y se iran”. Me levante y camine hacia el balcón, la madera crujió bajo mis pies, respire una y otra vez, repetidas veces, y el dolor no se iba, aumentaba. si eso era posible. Un hilo de agua corria por mis piernas y se acumulaba en el piso, ¡Habia un charco de esa agua!

¡Mierda, rompi fuente!

Y pareció que el que yo supiera eso aumento los dolores, entre a la casa y me acoste en la cama. Inhala y exhala, Lali. Inhala y exhala. No puedes dar a luz ahora, ¡Falta una semana! El dolor no se iba, y por si fuera poco, empece a llorar, ¡¿Justo ahora, hormonas, enserio?!

-Ay no, no, no, voy a tener a mi hija ¡Sola! No, no, Lali linda, respira, inhala y exhala –Me auto-ordene-. No, no, te lo prohíbo, aun no podes nacer ¡Te lo prohíbo! Y haceme caso, que mira que soy tu madre, eh –Le gritaba a mi bultito- No, mi amor, necesito decirle a tu papá que es tu papá, ¡Aun no nazcas, mierda!

Y no le gusto que la llamara así, porque el dolor aumento mas.

Cualquier cosa, me llamas ¿Si? No importa que, dejo todo y vengo

Me habia dicho Agustin ayer que vinieron a cenar. Le tomare la palabra. Estire el brazo y marque el numero que tenia para Agustin en marcación rápida…y espere…y espere.

-¿Lali?

-¿Peter? –El nombre salio distorcionado por el grito de dolor- ¿Qué haces con el teléfono de Agus?

-¿El teléfono de Agustin? No, me llamaste a mi, Lali

¡¿Qué?! Mire la pantalla, y si, lo llame a él

-Lali, hey, ¿Qué te pasa?

-Peter, necesito a Agus

-¿Qué tenes?

-Me duele

Continuara...