Capitulo 59

GRACIAS INFITISISIMAS POR LEER Y POR LA BUENA ONDA Y POR SER LO MAS CONMIGO.

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-¿Entonces como sigue la historia?

-Supongo que se termino

-No, rechazo eso, no puede terminarse

-Si, puede, y lo hizo. Termino y se acabo.

-Ay, hijita

Si para algo era buena mi madre, es para tenerme lastima, pero justo ahora no me molesta que sea así.

Al dia siguiente llame al buffet de abogados en el que habia estado trabajando. Se me hizo imposible no sonreir al recordar la broma estúpida que dijo Peter cuando le mencione las pasantias

-¿Hiciste ya tu pasantía?

-No, la empiezo en un mes

-¿En donde?

-Un buffet de abogados…

-¿Un buffet para comer todos los abogados que puedas? –Dijo tentado y fruncí el ceño- ¿No le entendiste?

No siempre lo recuerdo, es un método de autodefensa; Si no me acuerdo de él, no me hace daño. Y ha funcionado bastante bien.

-Buen dia, hija –Me dijo mi madre al mismo tiempo que besaba mi mejilla-

-Buenos días

-¿Hablaste a tu trabajo para avisar?

-Si, si, a primera hora –Me sente frente a ella en el desayunador-

-¿Estas bien? ¿Mi nieta esta bien?

-¿Cómo sabes que es niña? –La mire entrecerrando los ojos-

-Son cosas que una abuela sabe

-Ah… solo quiero que mi vida deje de ser un columpio ¿Sabes?

-¿A que te refieres?

-A que cuando estaba con Peter mi vida era pura felicidad, ahora que estoy con Pablo…-Me encogi de hombros-, solo estoy esperando cuando vuelva a ser feliz

-¿Y al lado de quien pensas que esta esa felicidad? –Dijo, atenta-

-Al lado de ella –Me toque mi vientre y sonreí-. Ella le va a traer el sol que tanto necesito a mi vida –Sonrio y asintió-

Dos semanas mas en la casa de mi madre, dos semanas mas en las que nos reconciliamos, dos semanas en las que nos comportamos como si mi padre jamás hubiera muerto. Dos semanas mas y mi…Pablo estaba esperando afuera de la casa de mi madre para llevarme con él a Buenos Aires.

-¿Cómo estas? –Me pregunto en algo que pretendió ser un susurro-

-Bien… ¿Vos? –Asintio, tomo mi mano y acaricio los nudillos-

-Te extrañe mucho, ¿Sabes? –Asenti-

-No es mi culpa, ¿Sabes? –E hice que me soltara la mano-

-No podes estar culpándome de todo esto

-¿Ah, no? –Dije en un tono un poco subido- ¿Y a quien culpo? ¿A German? ¿A Ines? ¿A quien queres que culpe?

-Deberias tranquilizarte, a la bebé no le hace bien

-A la bebé le hace bien lo que a mi me hace bien, y estar cabreada con vos en este momento me hace muy bien

-Lali…

-“Lali” las cornetas, Pedro -¡Mierda!-

-¿Cómo me llamaste?

-Pablo

-No, dijiste “Pedro” ¿Quién carajos es Pedro?

-¿Me estas llamando “Mentirosa”?

-No, te estoy diciendo…

-¡Mentirosa! Así me estas diciendo

-Mira, Pablo, -Remarque su nombre- aquí el único que tiene la culpa de que estamos mal sos vos, así que no intentes que todo sea mi culpa

-Lali…-Lo mire con el gesto enojado-, tenes razón, lo siento

Asenti y gire mi vista hacia la ventana y agradeci con el pensamiento ser mujer, solo nosotras podemos hacer que una cagada nuestra, sea una cagada de ellos y que nos pidan perdón.

-Bienvenidos de vuelta –Nos dijo Sofia en cuanto entramos-

-¿Qué haces vos aca?

-Trabajo aca –Mire a Pablo y arquee la ceja, él no se inmuto y entro-

-Traeme un vaso de agua entonces –Le dije casi escupiendo las palabras-. Voy a la habitación, le decis que me lleve el agua para alla –Asintio y se sento en el sofá con el periódico en sus manos-

Subi de dos en dos hasta que me acorde que saltar le hacia mal a la bebé, despues vi caminando. Me sente en la cama y saque de mi mesita de luz la carta que me habia mandado Peter con Euge, mientras volvia a leer mi vista viajaba de la carta al collar que me habia puesto como pulsera, tambien regalo de Peter, tambien me lo mando con Eugenia. La carta ya estaba algo malograda; Tenia algunas retras corridas por las lagrimas que caian cada vez que la leia, y muchas mas arrugas que con las que llego.

-¡Lali, baja!

Eso siempre me daba mucho miedo, nunca se sabe con este hombre.

Volvi a poner la carta donde va y baje mirando mi celular, Euge recién me mando un mensaje. 

-Mira, amor –Lo mire y despues a la persona que estaba parada en el umbral de la puerta- ¿Te acordas de Gaston? –La sangre abandono mi cuerpo-

-Gaston…-Asenti- claro que me acuerdo de Gaston. Hola, Gaston –Intente sonreírle- ¿Cómo andas?

-Bien, bien… ¿Vos? –Asenti- No sabían que se habían casado –Me miro fijamente-

-Si, nos casamos hace un año –Asenti, Pablo me abrazo por la cintura y beso mi nuca-

-Y estas embarazada –Asenti mirándolo a los ojos-

-Pero pasa, hombre, que tenemos mucho que platicar

Nos sentamos en el living, los tres, Gaston me miraba cada dos por tres, y despues a Pablo. Ines nos aviso que la comida estaba lista, y Pablo de disculpo porque tenia que atender una llamada, que nos alcanzaría en el comedor. La verdad es que estaba muy nerviosa teniendo a Gaston en la misma casa que Pablo, nunca pense que…bueno, nunca lo pense, pero era bastante obvio.

-Así que te casaste con Pablo hace un año, eh

-Te ruego que no le digas nada de lo de Barcelona

-¿Cómo no le voy a decir si es mi mejor amigo, Mariana? No seas estúpida

-No es de tu incumbencia, Gaston

-¿Y Pedro? ¿Dónde esta Pedro? ¿Es el mayordomo, el limpia piscinas, el jardinero… que?

-No te interesa, no es de tu incumbencia. Vos viniste hoy y te vas hoy

-¿Te vas hoy? –Pregunto Pablo sorprendiéndonos por detrás-

-No se, ¿Me voy hoy, Lali? –Me pregunto Gaston con mirada especialmente acusadora-

-Me dijiste que tenias que visitar a tu novia

-¿A tu novia? ¿Tenes novia, macho?

-Si, esta visitando a sus padres

-Bueno, pues traela y cenamos todos juntos

-Con mucho gusto, a Barbara le encantara volverte a ver, Lali

-¿Cómo “Volverte a ver”, se conocen ya?

-¿No te conto Lali que…?

-¿Comemos mientras lo platicamos? –Me miraron, Gaston un gesto diabólico en su cara, asintieron-

El tema por suerte no se volvió a tocar. Hablaron sobre los negocios de Pablo, Gaston tampoco esta muy agusto con la profesión que mi esposo tiene, incluso se lo dijo, pero Pablo agito la mano con total naturalidad, ahora se que este tema se ha tocado varias veces entre ellos.

-Yo cuido vidas y vos las quitas

-No ha todos, eh, tampoco la pavada

-¿Y cuando la bebé nazca pensas seguir con tus trabajitos de mierda? La vas a arriesgar muchísimo, Pablo, a ella y a tu esposa

-Son asuntos que arreglare en cuanto se presente la oportunidad

-Bueno, has que se presente entonces. A Lali no le queda mucho de embarazo –Me miro, su gesto para conmigo no cambiaba mas, y no lo culpo-

Dejaron la platica por la paz y comenzaron a hablar sobre que Gaston se vendría a vivir a Buenos Aires ahora que terminaron sus pasantías. Iban a servir el postre cuando el celular de Gaston sono y tuvo que ir a contestar

-¿No te cae bien Gaston? –Dijo partiendo un trozo de tarta de zarzamora y metiéndoselo a la boca-

-¿Por qué lo dices?

-Tu trato con él es muy…no vos

-Bueno, es que no me acuerdo mucho de él, y así soy cuando no conozco bien a alguien

-Es mi mejor amigo, además de muy buen hombre, te caera bien –Asenti, tomo mi mano y beso los nudillos-

-No lo dudo –Le sonreí nerviosa-

-Te amo, Lali –No me salio otra que acercarme a darle un beso. Alguien aclaro su garganta e hizo que nos separaramos. Gracias-

-Me tengo que ir, Barbara me llamo y…-Pablo asintió-

-¡Anda, pollerudo, anda!

-Dale –Sonrieron entre ellos, y eso me hizo sonreir-

-No te olvides de nuestra cena, eh

-Claro que no, dejamos las valijas en el hotel y…

-¿Cuál hotel? No, no, te venis junto con tu novia española para aca

-No, es demasiada…-Pablo golpeo su cabeza-. Esta bien –Asintio-

-Lali, ¿Lo acompañas a la puerta, tengo que hacer unas llamadas?

-Claro –Asenti-

-Bueno, supongo que nos veremos al rato –Asenti nerviosa-. Saludame a Peter –Lo mire enojada y salio, avente la puerta tras de él- 

Continuara...

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