Capitulo 34

-Lali, hija, vuelvo…-Decia mi madre mientras salia de la cocina, su voz se apago cuando llego a mi lado-

-Mercedes, te presento a…

-No, divino, es demasiado tarde para presentaciones. Ya habrá tiempo despues –Beso su mejilla-. Hablamos luego, amor –Beso mi mejilla, me dio un pequeño abrazo-. Con permiso

¿Quiénes son esas personas?

Pense que seria Peter, pero no, era de mi madre, enseguida llego otro

¿Son los padres de Pablo? Decime que no

¿Qué? No se a que se refiere ¿Qué tienen de malo los padres de Pablo?

¿Qué? ¿De que hablas? Si, son los padres de Pablo. Pense que te quedarías mas tiempo ¿Podes dejar de marearme con tus actitudes? Gracias.

-Lali –Me llamo Pablo, lo mire-, voy a hablar con mi padre al despacho. Enseñale los rosales a mi madre –Lo mire fijo y asentí-

¿Los rosales? ¿Tiene idea de cómo se ven los rosales? Solo me quedo la opción de asentir y sonreir en dirección a mi suegra

-Son divinos, querida –Me dijo mirando hacia las plantas mal trasplantadas-

-¿Si? –Me miro confundida- Quiero decir: ¡Si, son preciosas! –Asintio y sonrio-

-¿Nos podrían servir alguna bebida en el jardín?

-Si, claro ¿Qué le apetece? –Llame a German con la mano, estaba en el umbral de la puerta del jardín, se acerco a nosotras-

-Una limonada –Asenti y mire a German-

-German, una limonada, por favor

-Enseguida –Dio media vuelta y se marcho-

Nos sentamos en el comedor de hierro que estaba en el jardín

-Y…contame –La mire fijo esperando a que me dijera sobre que-, como te trata mi hijo

Pues ayer me grito, además de que prácticamente me queria obligar a tener sexo  con él

-Bien –Le sonreí y me devolvió la sonrisa-

-Que bien, se les ve tan enamorados –Asenti sonriendo mientras miraba un punto fijo, Peter se atravesó en mi campo visual e instantáneamente sentí mis labios curvarse hacia arriba-

-Aquí tienen –Dijo German poniendo las bebidas frente a nosotras-

-Oh, si, necesitaba de esto –Dijo mientras le daba un sorbo a su limonada-. Lali ¿No han pensado en los hijos?

-Pablo si, yo no, soy joven y aun tengo un mundo para ver

-Pero Pablo no, querida, esta casi entrando a los treinta

-Bueno, aun es edad para ser padre ¿No? –El vaso golpeo el cristal de la mesa cuando lo puso sobre esta obligándome a mirarla-

-Una esposa siempre –Remarco esta palabra- debe anteponer las necesidad de su marido antes que las suyas

-Si, en mil novecientos cincuenta –Le sonreí cinica. Nunca me habían caído del todo bien, bueno no al menos la única vez que los mire-

-¿Quiere decir que si Pablo reclama los hijos vos te vas a negar?

-Claro que si, en realidad ya hablamos sobre eso y tuvimos una discusión

-En mis treinta años de casada con Andres nunca hemos tenido una pelea, somos un matrimonio feliz

-Un matrimonio feliz no quiere decir que sea un buen matrimonio ¿No? Al menos no uno sano

-¿Qué me estas queriendo decir: Que Andres y yo no somos un buen matrimonio?

-Le estoy tratando de decir que en un matrimonio hay peleas, siempre, discusiones por discrepancias que alguno de los dos tenga. ¡Vamos, no me va a decir que en todo lo que hace el señor Andres esta de acuerdo!

-Una dama se guarda sus opiniones para si misma

-Al igual que una sumisa –Despegue mi vista de su cara y mire a mi alrededor intentando calmarme-

-No, querida, al igual que una esposa. Las esposas nos tenemos que hacer cargo de nuestros esposos, cuidarlos y protegerlos hasta que la muerte nos separe de ellos

-Si, mas eso no quiere decir que tengo que asentir cada que Pablo diga algo

-Claramente no, pero ¿Al menos le cocinas? ¿Lo escuchas? ¿Estas para él? ¿Cubris sus necesidades?

-¿Pablo le ha dicho algo?

-Oh, claro que no. Incluso me ha dicho que no me entrometa en su matrimonio

-¿Y por que no le hace caso? Seamos honestas, Patricia, no le caigo bien y usted a mi tampoco, dejemos de fingir

-Lali…

-Cuando nos conocimos me llamo “Caza fortunas” ¿Acaso cree que yo estoy con su hijo por su dinero?

-Tiene veintiocho años, vos veinte ¿Estas con él por puro amor?

-¡Estoy con él porque nos casamos! –Me levante de mi asiento y ella me imito-

-¿Qué estas queriendo decir?

-Si, Mariana ¿Qué estas queriendo decir? –Dijo Pablo detrás de mi, cerre los ojos y cuando los abri Patricia tenia un gesto ganador en su rostro-

-Estoy queriendo decir que…-Lo mire a los ojos, me pedia que no dijera nada imprudente, pero aun así no pude detener las palabras- quiero el divorcio

Escuche un inhalo de asombro detrás mio y supe que habia arruinado todo

-Hijo, me dijiste que estaban bien –Dijo Andres mientras paseaba su mirada de Pablo hacia mi- 

-Y lo estamos, padre, Mariana solo bromea ¿No es así, amor? –Dijo con los dientes apretados-

Lo mire seria y sin decir nada entre a la casa, escuche el “Disculpen” y  poco despues me tomo del brazo obligándome a darme vuelta

-¡¿Qué mierda te pasa?! –Con la voz cargada de furia-

-Eso, quiero el divorcio –Lento y pausado-

-¡Te dije que no! Yo no me voy a divorciar  -Dijo mientras apretaba su agarre-

-¿Por qué queres estar en un matrimonio donde no hay amor?

-Lo hay, Mariana. Yo te amo ¿Vos ya no? ¿Por qué aceptaste ser mi esposa si no me amabas?

-Si te amaba…o eso creía, yo…

-¿Vos que?

-Necesito tiempo

-¿Para que mierda necesitas tiempo? ¡Soy tu esposo, te guste o no!

-Soltame

-¿Queres que te suelte? –Lo mire a los ojos- Esta bien, te suelto –Me solto y lo hizo con tanta furia que provoco que me cayera al suelo- ¡No te acerques! –Grito, levante la mirada y estaba apuntando con un arma a Peter, la sangre dejo de correr por mis venas- ¡Andate, Martin! –Le grito y sin ver si Peter se fue o no, se agacho para quedar a mi nivel- Sos mia ¿Lo entendes? Sos.mia –Cerro la mano entorno a mis labios y me beso, un beso lleno de “Sos mia”, me aleje de él cuando sentí su lengua invadir mi boca-

-Te odio

-Que lastima –Me dio un ultimo beso y se fue al jardín-

Agache mi mirada y deje que las lagrimas corrieran por mis mejillas, unos bracitos me rodearon. Sofia

-¡No puedo mas! –Dije entre sollozos-

-Veni, veni –Hizo que me levantara, la abrace y llore en su hombro-. Ya, tranquila –Su mano golpeaba delicadamente mi cabello. Daba una palmadita y acariciaba…palmadita y acariciaba-. Es un asco –Asenti y me abrazo mas fuerte-

-Gracias –Me separe y limpio mis lagrimas-

-Peter tiene el auto listo para llevarte lejos –Me dijo en un susurro-. Esperame dos segundo ¿Si? –Asenti- No te muevas

Se fue y me dio tiempo de sollozar en silencio. No puedo creer hasta donde llego mi matrimonio, si es que alguna vez existió. Sofia volvió y en su mano tenia mi celular, mi cartera y un bolso con ropa

-Gracias –Asintio y bese su mejilla-

Me fui de casa sin antes darle un rápido abrazo. Me subi al auto, al lado del copiloto. Peter ni me miro, solo condujo con un solo destino; Su apartamento, y por la velocidad queria llegar rápido, no se si para decirme “Te lo dije” o para darme un abrazo tan fuerte que lo que se habia roto dentro de mi se reparara. 

Llegamos al lugar tan…tanto y subimos en total silencio, abrió la puerta para mi y cuando la cerro me abrazo por detrás, me abrazo tan fuerte, tan reconfortante que de nuevo llore, llore por la situación, por él, por mi, por mi matrimonio, por nuestra relacion clandestina, por mi madre que la aleje de mi causa de un matrimonio de mierda, por mi padre que le hubiera partido la cara a Pablo, por el miedo que sentí cuando Pablo le apunto con la pistola a Peter, por el miedo de seguir viviendo así, y de pronto me encontré llorando por el miedo de perder a Peter. Eso si que no lo soportaria. 

-No, amor, no –Nos separo e hizo que lo mirara a los ojos-. Ese imbécil no merece que estes así

-Me siento tan mal, Peter

Continuara 

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Beso