Capitulo 33

Hoy no iba a subir, pero una persona que es muy importante para mi me lo pidió. Angela, te quiero muchísimo, preciosa ¡Animo!

¡Espero comentarios, siempre es muy lindo leerlos. Las quiero y gracias gracias gracias!

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-Vine porque Peter queria venir y no se si Pablo soportaría verlo cerca de vos –Negue-. Lali, a pesar de todo lo que te dije, pienso que sos buena mina, sin contar lo que estas haciendo…-Ladeo la cabeza y asentí-. Banco a Peter en todas, y si eso significa tener que bancar su amor para verlo feliz, esta bien, los banco

-¿Enserio me decis?

-No somos amigas ni eso, pero creo que…-La atraje hacia mi para abrazarla-

-Gracias –Asintio-

Toque dos veces la puerta de madera

-Adelante

-¿Vas a venir a cenar? –Me miro con el gesto enojado y negó- ¿No vas a cenar?

-Con vos no –Asenti resignada y cerre de un portazo- ¡No es giratoria! –Escuche que grito mientras iba al comedor-

-El señor no va a comer –Asintio Ines y empezó a servirme-

Mientras revolvía mi comida, pensaba en Peter y en lo que estaría haciendo, en con quien estaría y si estaría o no pensando en mi, despues de mi enfrentamiento con Pablo entre a la casa y posteriormente al baño, cuando iba a salir él entro…

-No te quiero ver cerca de ese enfermo

-Es mi marido, Peter

-No te imaginas lo que me costo no matarlo a golpes cuando te grito

-Estoy bien

-Si, podras estarlo, pero ese hijo de puta te grito, nadie te puede gritar, Lali

-Hey, hey –Tome su cara entre mis manos-, amor, estoy bien –Bese sus labios e hizo que juntaramos nuestras frentes-

-Vuelvo a saber que te grita y ese pendejo es hombre muerto –Rodee su cuerpo con mis brazos y apoye mi mejilla contra su pecho-

Despues salimos y no volvimos a hablar, sabia que Pablo estaba enojado porque no habia salido del despacho en todo el dia. Cuando eramos novios y nos enojábamos en menos de media hora me llamaba para reconciliarnos. No me molestaba el hecho de que estuviera enojado, me preocupaba el que pudiera hacer estando enojado.

-Señora Mariana –Mire a German mientras bajaba las escaleras-

-¿Si?

-Hay una señora que dice ser su madre en la puerta –Lo mire con los ojos tan abiertos que parecían dos platos- ¿Quiere que la haga pasar? –Asenti un poco aturdida-

-¿Dónde esta el señor?

-El señor se fue ahora en la madrugada, no ha vuelto

-¿No sabe a donde se fue? –Nego- Esta bien, haga pasar a mi madre –Sonrio y asintió-

Me mire en el espejo y revise mi vestimenta; Un vestido que me quedaba un poco mas que arriba de la rodilla, mi cabello atado en una trenza desprolija y unas gladiadoras a juego. Mis piernas estaban bronceadas. Si, a mi madre le gustaría esto. Asenti segura y mire al living, estaba ella mirándome como si quisiera decirme algo, pero no lo decía, simplemente me miraba

-Mamá –Me sonrio y me acerque para darle un beso en la mejilla, ella me sorprendió con un abrazo-

-¿Cómo has estado?

-Bien, muy bien en realidad –Sonrio encantada-

-Te ves muy…enamorada –Asenti- ¿Cómo te trata la vida en matrimonio? ¿Era todo lo que te esperabas?

-Es…diferente –Asintio obvia-. ¿Desayunaste ya? –Nego mirando su alrededor, iba a contestar cuando llego German-

-Señora, solo para visarles; Llegaron los jóvenes Nicolás, Sofia y Martin –Asenti-. Con permiso –Dio media vuelta y se fue-

-¿Quiénes son?

-El jardinero, la mucama y el limpia piscina

-Los quiero conocer –La mire extraña y me encogi de hombros-

-Esta bien, veni –Asintio y salimos al patio trasero

Recorrí con la mirada el lugar y los encontré a los tres hablando cerca de los rosales mal plantados, al parecer Peter se percato de mi presencia y me miro, recorrió mis piernas y llego a mis ojos, le sonreí. Mire a mi madre, siempre me dio miedo su presencia, es que tiene tanta que me sobrepasa.  

-¿Él quien es? –Me dijo mi madre sacándome de mi trance-

-Martin Frenkel –Asintio comprendiendo-

-Bueno…preséntamelos –Caminamos hacia ellos. Sofia y Nicolás giraron tambien y nos miraron sorprendidos-. Buenos días

-Buenos días –Contestaron los tres al unisono-

-Hola. Ella es mi madre, Mercedes Funes De Esposito

-Solo Mercedes –Asintieron-

-Ellos son Martin –Señale a Peter-, Sofia y Nicolás

-¿Desayunaron ya? –Les pregunto mi madre con voz sumamente encantadora-

-Si –Dijeron Nicolás y Sofia-

-¿Y usted? –Nos miro alternadamente-

-No, igual no…

-Vamos a desayunar entonces

-No creo que sea correcto –Dijo Peter y le agradeci con la mirada-

-Entonces acompáñennos todos, ustedes comerán facturas o algo así –Les dijo a Sofia y Nicolás mientras agitaba su mano despreocupada-

-Señora, con todo el respeto, creo que no seria correcto que el personal se sentara a la mesa principal, además si el señor llegara…

-Si el señor llegara yo me encargo –Dijo mi madre haciéndose cargo. Como siempre-. Vamos –Nadie se movio-. Es una orden –Ellos me miraron y asentí-

Era obvio que German e Ines nos iban a mirar extraño cuando nos sentamos a la mesa con los chicos, decidi ignorarlos. Ines sirvió café y demás alimentos

-Y cuéntenme ¿Qué hacen trabajando para Pablo Martinez? –Les pregunto mencionando el nombre de Pablo como si este estuviera en una marquesina en la calle corrientes- 

-Necesitábamos trabajar –Dijo Nicolás en un tono que le crei nada-

-Bueno ¿Pero con Pablo, chicos?

-Es un buen jefe –Menciono Sofia antes de darle un sorbo a su café-

-¿Y usted, Martin? –Todos miramos a Peter, Martin para mi madre- No parece un jardinero

-Bueno la crisis esta muy fuerte y…-Se encogió de hombros y lo mire enternecida, no se porque me dio ternura-

-¿Tienen seguro? –Les pregunto mi madre, la mire como diciendo “Basta ya”, negó-

-Si –Dijeron al unisono-

Voy en camino, llevo a unas personas. Necesitamos hablar.

Mire el mensaje que habia entrado a mi bandeja de entrada, era de Pablo

Te espero ¿Quiénes son las personas? Esta mi madre aquí, cuidado de a quienes traes. Si, necesitamos hablar.

Levante la mirada y mire a Peter mirándome, le sonreí

-Les dire algo, chicos –Mi madre nos saco de nuestro trance, la mire-; Yo estaba totalmente en contra del matrimonio de Lali y Pablo, pero ahora que la miro siendo una mujer casada…se ve enamorada ¿No es así? –Agache la mirada, mire de reojo a Peter que aguantaba la carcajada- ¿O miento? ¿Ustedes no la ven enamorada? Esos ojitos brillosos y la sonrisa permanente solo me dicen que hay alguien adueñándose de su corazón, y quien mas que su esposo para hacerlo ¿No?

-Totalmente –Dijeron Nicolás y Sofia mientras me miraban y asentían-

-Bueno, es un espectáculo lindo de ver –Sonrio plena-

-Señora ¿Le puedo preguntar algo? –Dijo Sofia dirigiéndose a mi madre-

-Claro, linda, y decime Mercedes

-Oh, esta bien, Mercedes. Imaginemos que Lali se divorcia –Mi madre me miro- y se vuelve a casar, pero con alguien como…no se…Martin –Palmeo la espalda de Peter mientras sonreía cínicamente. Hija de puta-

-Oh, bueno, mientras ella sea feliz –Mire a mi madre por el comentario tan caradura-

-¿No tendría problemas en que su hija, una chica de sociedad, se casara con un simple jardinero?

-Te dire algo, dulzura, mi padre era un renombrado político y mi madre la diputada mas joven de su tiempo. Conoci a mi esposo, que en paz descanse, cuando era un simple escribano en la procuraduría de justicia del país, nos enamoramos y nos casamos, con el tiempo él se convirtió en uno de los abogados mas solicitados de toda Argentina. No tengo problemas en que mi hija se case con un jardinero, mientras haya amor –Menciono la ultima palabra como si fuera el “Amen”. Sofia la miro embelesada-

-¿Con quien se va a casar Mariana? –Maldije por lo bajo y mire a Pablo que estaba en el umbral del comedor. Miro a las personas en la mesa y a mi madre que le estaba dando la espalda-

-Era una suposición, querido –Le dijo mientras se levantaba-. Hola, lindo

-Mercedes –Beso su mejilla-. ¿Y ustedes? –Miro a los chicos con mirada amenazante-

-Yo los invite a desayunar ¿Esta eso mal? –Dijo mi madre, Pablo me miro y le sostuve la mirada hasta que regreso la mirada a mamá-

-No, para nada. Lali, amor, veni, alguien te quiere ver –Extendio su mano y la tome, mientras salíamos del lugar mire de reojo a Peter que nos miraba enojado-. Aquí esta –Les dijo a esas personas, las mire y eran Patricia y Andres, sus padres-

-Hola ¿Cómo estan? –Les dije sonriendo-

-Hola, querida –Andres me abrazo y beso mi mejilla-, bien, bien ¿Vos?

-Bien. Hola, Patricia –Le sonreí y bese ambas mejillas. Estas mujeres de sociedad-

-Hola, linda ¿Cómo te trata mi hijo? –Mire a Pablo y sonreí falsamente-

-Divino

-Lali, hija, vuelvo…-Decia mi madre mientras salia de la cocina, su voz se apago cuando llego a mi lado-

-Mercedes, te presento a…

-No, divino, es demasiado tarde para presentaciones. Ya habrá tiempo despues –Beso su mejilla-. Hablamos luego, amor –Beso mi mejilla, me dio un pequeño abrazo-. Con permiso

¿Quiénes son esas personas?

Pense que seria Peter, pero no, era de mi madre, enseguida llego otro

¿Son los padres de Pablo? Decime que no

¿Qué? No se a que se refiere ¿Qué tienen de malo los padres de Pablo? 

Continuara 

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Beso