Capitulo 19

-Mas rápido, por favor –Dije sobre su hombro-

-Espera, La

Entraba y salia de mi, me acompase a su ritmo  pronto estuvimos con una capa de sudor en el cuerpo, él besaba mi cuello y yo encajaba mis uñas en su espalda, sentí la culminación cerca y lo acerque para besarlo

-¡Peter! –Grite, pero él me beso antes de elevar mas el volumen-

Él me dio un beso furioso y llegamos juntos al orgasmo

-¡Santo cielo, vos definitivamente no podes abandonar esto!

-Sos fantástico –Me recosté en su pecho y lo bese-

Esto estaba mal y lo sabia, pero no podía dejar de atraerme la sensación que tenia cuando estaba junto a él

Ya voy en camino, amor (:

¡Mierda, Pablo!

-Te tenes que ir –Le dije después de haber caído en que Pablo ya venia-

-No ¿Por que? –Arque una ceja y sonreí-

-¿Queres que te diga porque? –Se rio y negó, me beso, se levanto y volvió al cuarto de baño, cuando salió estaba vestido, me paso mi bata color rosa y me guiño un ojo-

-¿Entonces como queda esto? –Me pregunto mientras se ponía los zapatos-

-¿Vamos viendo, si? –Asintio y me dio un corto beso, camino hacia la puerta y no iba ni a medio camino cuando dio vuelta para volver y darme un beso enserio-

-Nos.vemos.mañana –Dijo entre besos-

Cuando se termino de ir, volvi a la bañera, la vacie y de nuevo la llene, me meti a regañadientes porque no queria borrar el aroma de la piel de Peter de mi, mientras terminaba de enjabonarme el cabello llego Pablo a golpear la puerta del baño, lo dude dos segundos y despues grite el

-Pasa –Entro y me miro sonriendo pícaramente-. Oh no, ni se te ocurra, fue un dia largo y solo quiero salir de aquí y dormir

-Lo dejaremos para mañana –Me guiño un ojo, beso mi frente y salió por donde entro-

La frase “Lo dejaremos para mañana” se repitió durante toda una semana hasta que Pablo desistió. Los encuentros con Peter fueron casi nulos, Sofia nos miraba de cerca, tengo la firme sospecha de que Peter le pidió que entrara a trabajar ahí para hacer de campana porque en mas de una ocasión la mire mandar mensaje y a Peter recibiéndolo, él se iba y Pablo llegaba, eso no me hacia sentir muy bien ni muy decente.

El dia de mi graduación llego y Pablo estaba ahí, en primera fila, cuando tenia esos gestos para conmigo me hacían sentir un pinchazo de culpa, él no se merecía esto. Mi madre se hizo presente con un mensaje

¡Felicidades por graduarte, al menos eso en tu vida sigue intacto, Mariano estaría orgulloso! Te quiero

Y eso fue todo, ella enserio odio el hecho de que me casara con Pablo, el por qué no lo sé.

-¡Felicidades, mi amor! –Me dijo Pablo eufórico-

-Gracias, Po –Bese su mejilla y él cubrió mis labios con los suyos-

-¿Queres ir a festejar? –Lo mire a los ojos y asentí- ¿Dónde quiere ir mi reina? –Me mordí el labio para no tentarme con el apodo- ¡No me burles, hey! –Solte la carcajada y me abrazo por detrás- ¿A dónde queres ir?

-A donde vos me…-Me calle porque vi que uno de sus guaruras acercarse, hace dos días los había contratado ¿Por qué? No se-

-Señor, tenemos que irnos –Le dijo metiéndose entre nosotros-

-¿Por qué? ¿Qué paso? –Pablo me tomo de la mano atrayéndome a su lado-

-No es seguro –Dijo mirando a Pablo a los ojos, como si le dijera algo en clave-

-Entonces vámonos –Dijo asintiendo, enredo mis dedos con los suyos y nos dirigimos al auto-

Una vez dentro del Audi mi celular siguió sonando debido a los mensajes que entraban, todos de parte de familiares o amigos felicitándome por mi logro, entre ellos uno me hizo sonreir, uno en especial, uno que no tenia porque hacerme sonreir, pero lo hizo…y de que forma

¡Lali, me entere por German que hoy te graduas de Abogacia! Felicidades, linda, me alegro muchísimo por vos, enserio. Beso. Peter (O Martin)

-¿Qué pasa? –Pregunto Pablo a mi lado- ¿Qué lees? Tenes una muy linda sonrisa

-Mis amigos me mandan mensajes felicitándome, son muy lindos 

-Mostrame uno –Nerviosa abri el primero que encontré “Andrea” una amiga que habia conocido los primeros años de la facultad, se salió por problemas familiares. Le pase el celular y arqueo la ceja- Lali, divina, felicidades por graduarte ¿Ya dejaste de ser tan pu…? –Abri lo ojos y le saque el celular- ¿Eso te da ternura? –Dijo con voz burlesca-

-No, emm…es una broma interna –Asintio besándome los nudillos-

-Te prometo que en cuanto solucione esto, salimos solo los dos –Lo ultimo lo dijo susurrando y asentí sonriendo-

Llegamos a la casa y me tomo de la mano para salir del auto

-¿Es idea mia o hay muchos vigilantes? –Dije mirando alrededor, pude contar once hombros robustos vigilando el perímetro-

-Acostumbrate a ellos, hermosa

-¿Qué esta pasando, Pablo? –Mi voz preocupada y aterrada salió a la luz-

-Problemas del laburo

-Eso no me reconforta sabiendo de que laburas

-Lali…-Negue y entre a la casa- ¡Lali! –Alzo la voz y subi las escaleras de a dos- No me gusta que me ignores –Dijo cuando abrió la puerta del dormitorio-

-Y a mi no me gusta que me ocultes las cosas, Pablo, lo odio

-Bueno, lo lamento, así soy yo

-Entonces lo lamento, así soy yo, ignoro a los que me ignoran

-Yo no te ignoro –Se acuclillo entre mis piernas-

-Si me ignoras…-Asenti- me ignoras no respondiéndome lo que te pregunto y esquivándome cuando hablamos sobre tu trabajo

-Pasa que no te necesito adentro de toda esta mierda, Lali

Senti la necesidad de abrazarlo, se veía tan débil, tan frágil. En lugar de eso acaricie su mejilla y bese su frente

-En las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad –Le repeti mis votos con suavidad-

-Necesito cuidarte para que la muerte no nos separe, amor, dejame cuidarte –Lo mire a los ojos y asentí-

Lo abrace y se separo para darme un beso, un beso que me pareció eterno, tocaron la puerta y antes de que pudiéramos separarnos abrieron la puerta

-Señor…-Peter dejo la frase al aire cuando nos vio demasiado cerca, su rostro se transformo- German me mando a buscarlo, dice que lo necesitan en su despacho

-Gracias, Martin –Asintio-. Hombre ¿Te puedo pedir un favor?

-Claro, señor, lo que quiera –Pablo me obligo a ponerme de pie-

-Todo aquí va a estar un poco turbio y a vos te tengo confianza, así que necesito que vigiles de cerca a mi esposa ¿Podes?

-¿No contrato a muchos guardaespaldas para eso?

-No, esos son para la seguridad en general, pero no conozco a nadie lo suficientemente confiable para pedirle que cuide a Lali, vos me inspirar muchísima confianza

-Oh, bueno, muchas gracias, señor, yo me encargo de cuidar a su esposa –Pablo estrecho su mano y le sonrio-

-Voy a ver que es lo que necesitan –Asenti y beso castamente mis labios-

Nos dejo solos. Gran error. 

Continuara 

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