Capitulo 16

-¿Tenes novio?

-No –Sonrio y esta vez fue ella quien me beso-

-¿Entonces?

-Solamente no estoy para relaciones justo ahora –Remarco la palabra relaciones y sonreí picaro-

Ella no era santa en absoluto, en realidad era bastante… ¿Cómo lo digo para no sonar tan canalla? Bueno, ahí va, es fácil llevártela a la cama.

-Seguis con tu toque, Lanzani –Dijo ella cuando me acoste a su lado-

-Vos tambien, Perez –Sonrio y se acosto en mi pecho, no pude evitar recordar a Lali-

-¿Estas bien? –Me pregunto ella alzando la mirada-

-¿Por qué la pregunta? –Recorria su espalda de arriba abajo con un dedo-

-Te pusiste tenso de pronto

-No –Asintio-

-¿Qué pasa, Peter?

-Nada, Natalie –Se subio encima y se sento a horcajadas-

-Decime

-No.me.pasa.nada –Dije lento y pausado-

-Si te pasa, y como no puedo sacártelo por las buenas, lo intentare a tu manera

-¿Y cual es mi manera? –Pregunte, se acerco a mis labios y susurro sobre ellos-

-El sexo –Sonrio y me beso-

Si, lo admito, ella es bastante buena entre las sabanas, y sabia escuchar, sobre todo si era lo sentimental, ella era consejera matrimonial, ironico es que todas sus relaciones sean sexo.

-Estoy…enamorado…de una…mina casada –Dije con la voz entrecortada-

-¿Me estas jodiendo, Pedrito? –Dijo divertida, negué- ¡No! –Alargando la O y seguido de una carcajada-

-¿Te diviertes? –Dije molesto-

-Un toque, si. Pero es que es imposible imaginarme a Peter Lanzani enamorado –Dijo mi nombre como si se fuera a exhibir en una marquesina-

No dije nada y entre a la ducha, me tienen harto con todas estas escenas de dramatismo e incredulidad, digo no soy tan hijo de puta sin corazón como para no enamorarme. Capaz que eso les hice creer, pero…esta bien, “Créate fama y échate a dormir” dicen y vaya que yo me cree la fama.

Cuando Sali ella no estaba mas, dejo una nota sobre la mesita de luz

Suerte con tu chica, Peter, a pesar de ser un hijo de puta, eres un hijo de puta muy lindo y te mereces lo mejor. Cualquier cosa me llamas.

Natalie

Y marco un beso con labial rojo sobre su nombre, guarde la nota en el cajón

Ya se fue Natalie, podes volver

Mande el mensaje a Sofía, me puse un bóxer, cuando iba a salir de la habitación mi celular vibro anunciando un mensaje

¿Quién es Natalie y por qué habría yo de volver a tu apartamento, Pedro?

¡Santa mierda! Le mande el mensaje a Lali en vez de Sofia ¡Santa mierda!

Ignora eso.

Le mande ese mensaje y le envie un mensaje a Sofia, antes me asegure de que si fuera Sofia

¿Intentabas ponerme celosa?

¿Qué? ¿Acaso no fuiste vos la que…? ¡Agh! Minas.

No, Mariana, no.

Deje el celular sobre la mesita de luz y fui al living ¿Va a pasar algo mas esta noche?

-¡Volvi! –Grito Sofia- Y traje chocotorta –Llego a la cocina y puso el postre en la barra- ¿Qué paso? –Dijo con la voz entrecortada-

-¿Venias corriendo o que? –Nego y destapo la chocotorta, embarro su dedo índice de dulce y se lo llevo a la boca-

-¿Cómo te fue?

-Y pues, Natalie vino y…

-¡No puedo creer que me fueras a contar! –Dijo riendo-

-Vos preguntaste

-Fue pura cortesía –Dijo entre risas-

-Me imagine

-…Entonces se termino ¿No? –Me miro interesada-

-¿A que te refieres?

-A lo tuyo con Lali, a eso me refiero

-Termino antes de comenzar, Sofi, ella es casada, era un final anunciado –Ladeo la cabeza-

-Me preocupas, te veo mas interesado a vos en ella que a ella en vos

-Se me pasara ¡Hey, soy Peter Lanzani! –Sonrio y asintió-

-Exacto ¿Vas a renunciar entonces? –Asenti sin mirarla-

Me desperte con la alarma a las seis con cuarenta, mire la ventana y aun habia algo de oscuridad, extraño mi horario de llegar a la hora que se me cante el orto, era lo mas.

-¿Puedo hablar con usted? –Le dije a Pablo el narcotraficante después de golpear la puerta de su despacho-

-Claro, Martin, pase –Señalo la silla que estaba al frente de él, me sente- ¿Qué ocurre?

-Pasa que…-Golpearon la puerta-

-Disculpe –Asenti-. Pase –German abrió la puerta-

-Señor, lo busca una señorita

-¿Cuál es su nombre?

-Sofia –Lo mire, la sangre abandono mi cuerpo-

-No la ubico, pero decile que pase –German asintió-. ¿No te molesta, cierto? –Negue-

Volvieron a golpear la puerta y la figurita de Sofia entro al despacho, la mire con los ojos como platos y negué

-Hola, buenos días

-Buenos días –Contesto ella, Pablo la miraba embobado. Con ella no, estúpido-

-Siéntese, por favor –Ella asintió y tomo asiento junto a mi- ¿Qué necesita?

-Empleo –Pablo se sorprendió al igual que yo-

Continuara 

¿Quieres que te avise cuando suba nuevo capítulo? 

Déjame tu twitter.

Beso