Capitulo 15: Un consuelo.

-¿Y qué paso? –Me pregunto Candela-

-¿Te cuento luego, si? Necesito volar a casa de mis padres –Me mire al espejo una vez mas y asentí-

-¿Qué paso?

-Es su aniversario y estoy llegando tarde

-Hoy dormís en casa –Me dijo, como dándome un ultimátum-

-Si, si, cerras todo –Asintió, tome la cartera y Salí-

Baje corriendo, los zapatos con tacón de doce centímetros casi hacen que me doble el pie. Me los quite mientras conducía, y apreté a fondo el acelerador. Hace mucho no veo a mis padres, a ambos, mi padre se fue a un congreso en Brasil y no regreso hasta ayer por la noche, y a mi madre no la veo desde una semana antes que a mi padre.

Tome mi cartera, me puse los zapatos y baje. Inhale y exhale antes de tocar el timbre. Mi padre abrió la puerta y me sonrió.

-Hija, hola –Bese su mejilla-. Pensamos que no ibas a venir

-Se me hizo un poco tarde, perdón –Asintió y beso mi cabello. Entramos a la casa y, al fondo, escuche unas risotadas bastante conocidas.

-Después me contas que mierda hace ese pibe aquí –Me dijo, no entendí a que se refería hasta que llegamos al patio; Victorio-

-¿Qué haces aquí? –Le pregunte, o le gruñi-

-¡Amor, hola! –Se levanto de la silla y me beso, ahí, frente a mis padres y a mi hermano-

-¿Qué haces aquí, Victorio?

-Es el aniversario de tus padres, siempre vengo al aniversario de tus padres

-Lali…-Empezó a decir Pato-

-¿Qué pasa, está mal que haya venido? –Pregunto Victorio, entre confundido y algo ofendido-

-¿Podemos hablar, hermanita? –Me tomo del brazo e hizo que entrara a la casa- ¿Qué pasa? ¿Qué hace él acá? –Pregunto, ya que estuvimos a una distancia adecuada- ¿Volvieron? No me digas que volviste con él, Lali

Decirle sobre el por qué volví con Victorio, o no decirle. Esa era la cuestión.

-Decidí darle otra oportunidad, eso es todo

No decirle, mejor no decirle.

-¿Otra oportunidad? Me estas jodiendo. Decime que me estas jodiendo, por favor.

-No te estoy jodiendo

-¡Pero, Lali, el pibe te cuerneo con tu mejor amiga! ¿Cómo podes siquiera pensar en volver a hablar con él? No estarás embarazada, ¿Cierto? –Sus ojos viajaron hasta mi vientre, intentado descifrar si había, o no, un bebé ahí adentro-

-¡No! Pasa que…-Asintió, esperando una explicación- aun lo amo

-¡Ah, aun lo amas! Bueno, eso es diferente, eso significa que sos una pelotuda

-¡Hey!

-Si, Lali, lo sos. A ver si entendes; El pibe te cuerneo –Lo dijo lento y pausado-, ¿Entendes? ¡Con tu mejor amiga! ¿Qué te pasa? Vos no sos la Lali que se graduó con honores de la facultad de abogacía, ¿Quién sos?

-Me había olvidado que mi hermano me conoce mejor que yo misma –Dije, con un poco de ironía en la voz-

-Te olvidaste –Asintió-

Me mordí el labio y me sente en el banquillo de la barra desayunadora.

-Solo…no es tu asunto, ¿Si? No me provoques faltarte el respeto

Abre la boca para decir algo, pero la cierra casi al instante. Asiente, con clara decepción, da vuelta sobre sus talones y vuelve al patio.

-¿Pasa algo, amor? –Pregunta Victorio, sorprendiéndome-

-Emmm… si, ¿Qué haces aca?

-Crei que se te habia olvidado invitarme, siempre estoy en el aniversario de tus pa…-Levanto la mano, indicándole que deje de hablar-

-Toda mi familia sabe lo que me hiciste –Enfatice la palabra “Toda”-. No me diste tiempo para decirles que habíamos vuelto. Aparecerte acá, y besarme frente a ellos, fue muy inoportuno. Muy.  

-Bueno, perdón, pensé que íbamos a retomar la relación donde la dejamos

-¿Queres decir en mi habitación, con vos y María desnudos sobre mi cama, y yo encontrándolos? ¿Eso queres decir?

-No, La…

-Ándate, por favor

-Lali

-Por favor, Victorio –Me miro a los ojos y suspiro. Asintió, se acerco con claras intenciones, negué y  suspiro rendido-

-Nos vemos entonces –Asentí-

Dio media vuelta y se fue sin mirar atrás. Suspire. Se que en cualquier momento la situación me va a sobrepasar, por eso me tengo que apurar a terminar con esto, ya no soporto estar a su lado. De ningún modo.

-¿Se fue? –Pregunto papá cuando volví al patio. Asenti y me sente a su lado-

-Si, y no pregunten. ¿Empezamos ya con el asado o vamos a salir a comer o van a salir ustedes a comer…?

-Queremos que nos expliques que hacia Victorio aca, Mariana –Me dijo mi padre, con una pizca de enojo en la voz. Revolee los ojos-. ¡No hagas los ojos así!

-Papá, dejala, o te va a decir que no te incumbe –Patee su pie por debajo de la mesa-

-¿Mariana?

-Padre, vine aquí por su aniversario no para que, con todo el respeto, se metieran en mi vida. Así que te pido que me digas que van a hacer

-Nos iremos a comer, solo nosotros –Intervino mi madre, asentí y tome mi cartera, saque de ella dos paquetes; Uno azul rey y otro morado-. Tomen –Le di el morado a mi madre y el otro a papá-. Felicidades. Ahora me retiro.

Estaba conduciendo de vuelta a casa, cuando me empecé a ahogar, detuve el auto y baje. Inhalo…exhalo…inhalo…exhalo. Las lágrimas estaban empezando a acumularse. Inhalo…cuento hasta tres…exhalo.

-¿Lali? –La voz de Tincho me sorprendió por detrás- ¿Lali, sos vos? –Sus pies aparecieron en mi campo de visión, levante la mirada y me encontré con sus ojos preocupados- Lali, hey, ¿Qué tenes?

-Necesito aire –Dije muy apenas. Se alejo un poco y espero a que me compusiera-

Inhalo…exhalo…inhalo…exhalo. Sentí como mis pulmones se llenaron de aire. Levante la mirada al cielo y me recargue en el auto.

-¿Lista? –Me pregunto, lo mire y asentí- ¿Sos asmática?

-No, hasta donde yo se, no.

-Deberías hacerte estudios

-Si –Asentí-, debería hacer tantas cosas yo –Me miro confundido y negue-. ¿Cómo esta Peter? –Las palabras salieron de mi boca antes de que las pudiera detener-

-Bien, muy bien –Asintió- ¿Vos como estas? –Levante ambos pulgares- ¿Segura?

-Si, si, muy. ¿Qué andas haciendo vos por…-Mire alrededor para ubicar donde estoy; Calle Corrientes- acá?

-Vivo cerca de acá

-¿Cerca de la calle corrientes?

-Bueno, no, vivo en…

-Te veía mas como de Nordelta

-Nordelta –Asentí-. Si, vivo en Nordelta –Rio un poco-

-Bueno, lindo encontrarte, gracias por preocuparte y… eso –Asintió y bese su mejilla-. Nos estamos viendo

-Emm… si, si –Se subió a la vereda y se fue-

Eso fue… raro.

Subí a mi auto y decidí hacer una parada en el supermercado. Comprar víveres siempre me había relajado, y eso es lo que necesito; Relajarme. Pan; integral y blanco. Galletas; Chispas de chocolate y de agua. Cereales; Con fibra, con chocolate, con granola. Yogurts; Natural, con frutillas, con granola, con moras. Carnes; Jamón, salchicha, jamón serrano. Una muy buena cantidad de frutas y verduras, leche, jugos, refrescos, Quilmes, los elementos básicos del baño, higiene personal y demás, fueron a parar dentro del carrito. Pague y, con ayuda de un pibe que trabaja en el estacionamiento del lugar, subi todo al maletero del auto. El problema estuvo en cuando llegue a mi edificio y me di cuenta que eran mas de veinte bolsas y yo era solamente una persona, con muy poca masa muscular y… mi peso lo dejare para mi persona, gracias. Suspire y comencé a llevar todas las bolsas al ascensor, le mande un mensaje a Cande para que bajara a ayudarme, justo estaba con Agustin, así que él viene muy bien.

-Demasiadas bolsas, peti –Me dijo el musculoso cuando terminamos de entrar todo lo que compre-

-Necesitaba todo esto –Dije excusándome-

-¿También esto? –Pregunto, sacando una barra extra grande de Milka dulce de leche. La abrió y comenzó a comerla-

-No, al parecer es para vos –Sonreí y me deje caer en el sillón-. Gracias por ayudarme –Asintieron, Cande se sentó frente a mí, y Agustín a su lado-

-Contame –Me dijo de una Cande, la mire, a Agustín y asentí-

-Hablamos, quiso arreglar las cosas entre nosotras, pero no. Nunca será igual. No la quiero cerca mío, no la quiero a mi alrededor. Todo lo bueno que teníamos, todo lo que pasamos, todo lo que sentía por ella, por la amistad… se fue. Caput. Eso.

-¿De quién hablamos? –Pregunto Agustín, confundido y con la boca llena de chocolate-

-María hablo con Lali el otro día –Asintió entendiendo y dejo de prestar atención, esto es muy minitah para él-

-¿Y que dijo ella?

-Nada, no le di tiempo, tome mis cosas, le desee buena vida, me subi a mi auto y me fui

-¡Bien ahí! –Exclamo orgullosa-

-¿Entonces le retiro la palabra? –Pregunto Agustín, interviniendo. Cande, aun mas enamorada, lo miro sonriendo y asintió fingiendo indignación- Se acabo lo que se daba –Dijo, con voz de mina enojada, mirando su celular-

Y estallamos en carcajadas fuertes y gruesas.

Se fueron cerca de las diez de la noche. Entre a darme una ducha de burbujas, miles de velas alumbraban el baño y el aroma a lavanda impregnaba el lugar. Esta noche es noche de solamente Lali.

El soundtrack de Fifty Shades of Grey sonaba a un volumen agradable.

Entre de a poco en la bañera, recargue mi cabeza en la orilla sobre una toalla oficiando de almohada. Seguro me quedo dormida en este lugar.

Mi piel había quedado muy suave después de ponerme las cremas antes de dormir. Me sentía muy relajada. Me metí entre las sabanas y deje que el sueño me lleve.

Paso por vos en treinta para ir a desayunar

Ese mensaje de Victorio fue mi “Buenos días”. Suspire y me levante. Un short de jean, un remera medio holgada y zapatos de plataforma. Nada de maquillaje y muy poco perfume, me cruce la cartera, y dos minutos después Victorio ya estaba tocando el timbre.

-Que linda que estas –Me dijo, sonriendo. Bese su mejilla-

-Gracias. ¿Vamos yendo? Me muero de hambre

-Dale, vamos. –Enredo su mano con la mia y comenzó a caminar. Mire alrededor buscando el auto; no lo encontré-

-¡Epa, epa! ¿Y el auto?

-Vine en remis, así pasamos mas tiempo juntos y platicamos. Vamos a uno que esta aquí cerca igual –Dijo, mirando mis zapatos-

-Emm… esta bien.

Tres cuadras y media escuchando a Victorio hablar sobre futbol, el gimnasio y la cantidad de minas que rechazo cuando terminamos porque "Te extrañaba mucho". En ese momento solte una pequeña risa, que el tomo como que no le creí. ¡Y si, querido, si te garchaste a mi mejor amiga, seguramente cuando terminamos lloraste mil lagos, por favor, no me quieras ver la cara que no soy rubia natural!" 

-¿Y cómo conociste este lugar? Vivo muy cerca y jamás lo vi -Le pregunte, mientras veía la carta. Era todo, o casi todo, vegano- ¿Es joda que me traes a desayunar aquí? ¿Queres que coma...-Mire la carta- croquetas de espinaca y pera? Decime que es joda 

-No, es bueno. Mira, te recomiendo la hamburguesa de tofu texturizado 

-Si...mejor no 

Cinco minutos mas de estar escuchando a Victorio jurándome amor eterno, y después llego la mesera

-Si, ¿Que les puedo ofrecer? -Nos pregunto muy amablemente, la more y sonreí-

-¿Te puedo hacer un pedido especial? 

-Claro, dígame -Saco lápiz y libretita de su guardapolvo y me miro, esperando-

-Un sándwich con jamón y... -La mina pasó de una expresión de "Feliz cumpleaños" al de una en la que parece que le acabo de decir que voy a matar a toda su familia y bailar sobre los cadáveres-. Mejor una hamburguesa de tofu texturizado. Gracias

-Enseguida –Asintió. Anoto la orden y miro a Victorio-. ¿Usted?

-Lo mismo que ella, gracias

Recogió las cartas y se marcho.

-Son medio especiales con todo esto, ¿Sabes? –Me dijo, en un susurro-

-Ahora lo se. Igual no esta mal comer carne

-No es sano –Dice y toma su celular-

-Tu comida favorita es la pizza de tres carnes, Victorio, no me jodas con que “No es sano”

-No te olvidaste –Me dijo, con tono ilusionado. Carraspee-

Evitamos todo tema que tuviera que ver con la relación, aunque él varias veces intento empujar la conversación para ese lado, yo lo esquivaba con cualquier platica que tuviera que ver con algo que le gustara. Futbol y su trabajo por ejemplo.

-¿Entonces Messi es mejor que Cristiano Ronaldo? –Le pregunte y asintió- Uhm… igual debatir sobre esos dos equipos es lo mas básico de las platicas de futbol

-Bueno, si, porque son clásicos

-Bueno, si, pero a mi me da igual

-No sos argentina en absoluto vos –Revolee los ojos. Siempre me decía lo mismo cada vez que hablábamos de futbol-

Nos trajeron la comida, o la “comida”, y por un momento, mientras intentaba imaginarme que esto era un cuarto de libra y no “tofu texturizado”, y él hablaba sobre su familia y demás, senti que nada habia cambiado entre nosotros, que lo que paso con María nunca paso, que él jamás me engaño, y que… que jamás conoci a Peter. Senti que mi vida volvia a estar en balance de nuevo. Por unos minutos así lo senti.

-Y… contame, ¿Qué hacia el otro dia el hermano de Gaston en tu apartamento? –Me dijo, cuando volvíamos a mi edificio-

-¿Peter? –Pregunte, distraída-

-¿Lo llamas “Peter”? Se llama Pedro

Y como en Bettlejuice, al decir su nombre tres veces, apareció frente a nosotros, caminando y hablando por teléfono, lucia muy enojado y confundido. Lo extraño tanto.

Levanto la cabeza y nos miro, su ceño fruncido se profundizo aun mas, y ahora si caminaba hacia nosotros.

-¿Volviste con…-Miro nuestras manos entrelazadas- con este imbécil?

-Hey, Pedrito, Pedrito…-Le dijo Victorio, canturreando y con una sonrisa cínica-

-¡Contéstame, Mariana! –Me grito y di un respingo-

Perdóname por esto, Peter.

-¡Sí! –Dije con la voz cargada de furia, aunque eso solo era un disfraz- Si, volvi con Victorio, ¿Cuál hay?

-¿No te acordas lo que te hizo?

-Si, me acuerdo, pero… pero lo amo –Dije, mirando a Victorio-. Vos no fuiste mas que un…un…

-¿Un qué? –Me espeto, en sus ojos no se veía mas que el enojo y la rabia-

-Un consuelo. Hacete, y haceme, un favor, desaparece de mi vida

-No lo pidas dos veces –Me dijo y retomo el camino chocando hombros con Victorio de una forma muy violenta-

¿Qué mierda hice?

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Sé que tardo demasiado en publicar, y me disculpo por ello, pero es que siempre o no tengo tiempo para escribir, o tengo tiempo pero no se qué escribir. Así que les pido disculpas y les agradezco por bancarme son lo mas.

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