Capitulo 4: Amor.

“Tengo muchas ganas de besarte” Aun seguía torturándome con esa frase, es que ¿Cómo vas a decirle eso a una mina que acabas de conocer, Juan Pedro? Y encima tenes novia, pelotudo. Realmente me sentía muy tarado. Y lo que dijo Lali…

-Tengo muchas ganas de besarte

-¿Qué? –Sacudi mi cabeza- Peter, yo creo que mejor te vas

-Si, mejor

Es claro que sigue pensando en el imbécil de Victorio. Ay, Victorio, eres un cabron afortunado.

-Hola, hijo –Mi abuela, la Nona Lanzani, me beso ambas mejillas cuando abrió la puerta-

-Hola, nona –Le sonreí-. ¿Y el abuelo?

-En el patio, anda –Asenti y bese su frente-

Pase por el umbral de la cocina y me llego el olor al guiso que hace mi abuela, mi apetito se abrió.

-Hola, viejo –Le dije, estaba fumando pipa. Mi abuela odia que fume pipa-

-Peter, hola –Estrechamos nuestras manos y me sente junto a él-

-¿Cómo esta todo? –Suspire y negue, mirando al cielo- ¿Tan mal? –Lo mire- ¿Pasa algo con tu novia…Natalie?

-No, con ella esta todo bien, excepto porque dijo que tenemos planes de casamiento, pero…-Me encogi de hombros-

-¿Y eso esta mal? Tienen casi cuatro años de noviazgo, Peter, es normal que crea que sus vidas van a terminar juntas

-Tengo veinticinco años, viejo, soy joven como para casarme

-A tu edad yo ya estaba casado y…

-Si, pero vos amabas a la nona

-¿Y vos no a Natalie?

-En este momento…no se

-¿Qué te pasa, hijo?

-No se si deba hablar sobre el tema, me aconsejaron que lo ignorara

-¿Ignorar…que?

-Si te digo no lo estaría ignorando –Puntualice-

-Bueno, lo empezas a ignorar después de decirme –Volví mi vista al cielo-

-Me gusta una mina

-¿No Natalie?

-Definitivamente no es Natalie

-¿Entonces?

-La conocí ayer

-¿Y?

-La mina es muy…difícil

-Así son las mujeres, Pedro, no hay que comprenderlas, hay que amarlas

-No se deja amar por mi

-¿Vos la queres amar?

-¡No se! Esta Natalie y…

-Termina con Natalie –Dijo mi abuela detrás de nosotros, la mire y me levante para cederle el lugar-

-¿Qué? –Se sento junto a mi abuelo y tomo su mano, mi abuelo sonrio como si estuviera tocando el cielo con las manos-

-Si en realidad quisieras a Nati –A ella enserio le cae muy bien, se podría decir que hasta la quiere-, no te hubieras fijado en nadie mas

-Natalie no se merece que piense en alguien que no sea ella –Los mire con gesto complicado-

-Hijo, nos cae muy bien Natalie, es una chica asombrosa y muy enérgica, pero ante todo está tu felicidad, y si pensas que la felicidad está al lado de otra mujer, bueno…-Me sonrió. Ella siempre con las palabras justas- Nosotros solo queremos tu felicidad, siempre ha sido así, tu felicidad y la de Gastón, claro esta

-Esta…mujer no me da ni la hora

-¡Sos un Lanzani, vamos! Las mujeres caen rendidas a nuestros pies, siempre, ella no será la excepción. –Dijo mi abuelo, y mi abuela revoleo los ojos- ¿Cómo es que se llama?

-Mariana…Mariana Esposito

-Mariana Esposito de Lanzani…Mmm –Mi abuela asintió sonriendo-

-Se están precipitando a las cosas, ella no es mas que un simple…no se cómo llamarle

-¿Estas caliente con esta chica? –Mi abuela golpeo su mano, lo miro mal- ¿Qué? Son jóvenes

-No, abuelo, no estoy caliente con ella, no sé cómo se le llama, me gusta, pero no se porque –Se miraron entre ellos y sonrieron- ¿Qué?

-Eso es amor, hijo mío –Me dijo mi abuela, y mi abuelo asintió apoyándola-

“Eso es amor” Las palabras de mi abuela aun seguían dando vueltas en mi cabeza. ¿Amor? Pero si hace apenas… ¡Ayer! Que la conozco, alguien no puede enamorarse tan rápido, ¿O sí? Es que eso nunca me paso, y no conozco a nadie a quien sí. Agh, que pensamientos tan de mina estoy teniendo últimamente.

-Hey, volviste –Me dijo Natalie, con una alegría…peculiar-

Estaba sentada en el sillón de mi living. Hace dos meses le había dado una llave del apartamento, no la había usado hasta ahora. Justo hoy, pense.

-Hola, ¿Qué haces aquí? –Bese su frente y me encamine a la cocina-

-Vine porque te quería ver –Achine la mirada mientras tomaba una botella de agua de la nevera-

-No, vos estas aquí por otra cosa –Le dije y volví al living-

-Emm…-Asintio- Me voy de vacaciones

-¿Te vas? –Asintio- ¿De vacaciones? –Volvio a asentir, pero esta vez buscando alguna reacción en mi cara- ¿A dónde te vas? –Me sente junto a ella-

-A Barcelona

-¡Barcelona! ¿Por cuánto?

-Un mes, tal vez mas

-Está bien… ¿Por qué?

-Necesito aires nuevos

-¿Queres que yo…? –Deje la pregunta en el aire-

-No, no quiero que vengas conmigo, no te estoy invitando, solo te estoy avisando

-Oh, entiendo, si. ¿Cuándo te vas?

-En media semana…cuatro días cuando mucho –Asenti. Se levanto y tomo su cartera-

-Natalie –Me miro, con la mano en el picaporte-

-¿Si, Pitt?

-¿Estás segura que es por eso, porque “Necesitas aires nuevos”?

-Si, estoy segura –Me sonrio, pero no era una sonrisa que le llegara a los ojos. Asenti y se marcho-

-Vos me estas ocultando algo –Dije mientras señalaba la puerta por la que se habia ido-

-Y bueh, Piti, minita va –Dijo Renzo mientras tomaba mi celular, encendia la pantalla, de fondo tengo una foto de Natalie y mia, y lo alejo- minita viene –Tomo de la mano a una piba y me la acerco demasiado. Ella me sonrio-

Cinco minutos después de que Natalie me dijo sobre el viaje, Renzo me llamo para salir, y en la previa cometí el enorme error de decirle. Cabe destacar que no le cae bien Natalie, según él porque me saco el parche.

-Disfruta, Peter, disfruta –Dijo Agustín por encima de la música-. La mina se va por un mes, toma eso como un break, la mina es muy rompe bolas…-Le di una suave cachetada y lo ignore por el resto de la noche-

Me despertó el timbre que ametrallaba la cabeza, di un puñetazo al colchón antes de levantarme e ir a ver quien rompía tanto.

-¡¿Quién?! –Grite, o gruñí, por el intercomunicador-

-Eugenia y…-Abrí la puerta y volví a la habitación-

Encendí el aire acondicionado. La puerta se abrió y los tacones de Eugenia resonaron por todo el lugar.

-¿Estas decente? –Pregunto justo antes de entrar a la habitación- Me encontré con alguien en la puerta –Cuando termino de hablar, Lali apareció detrás de ella-

Me miro y arqueo la ceja, estaba solamente en bóxers.

-Hola –Me dijo, sonriendo. Esa sonrisa-

Mire a Eugenia y me pregunto “¿Quién es?” con la mirada

-Hola

-Peter, necesitas presentarnos, ¿No?

-Euge, ella es Lali Esposito. Lali, ella es Eugenia Suarez

-Hola. Su novia, ¿No? –Dijo Lali, sonriendo. Euge me miro burlona y me guiño el ojo-

-Si, ¿Vos sos? ¿Por qué te apareces en la casa de mi novio así, sin avisar?

-Emm…No, si, pasaba a saludar porque me entere que es su cumpleaños y…-Dijo, nerviosa-

-Su cumpleaños es el veinticuatro de agosto, y oh, que cosas, estamos a diez de marzo

-¿Enserio? Ah, tenia errónea la fecha y…-Nos miro nerviosa mientras se mordía el labio- Mejor me voy, ¿No? –Dio media vuelta y salió por la puerta. Mire a Eugenia y negué, se fue tras de Lali-

Me puse mi pantalón y las segui.

-Perdón, me mande y es cualquiera, ya se –Me dijo Lali cuando me miro-

-¿A que venís, Lali? –Eugenia señalo mi habitación y asentí. Se fue-

-A…-Miro por donde se había ido Eugenia-

-No es mi novia –Me miro confundida-, es mi mejor amiga, es como mi hermana y muy celosa –Frunció los labios reprimiendo una sonrisa y me golpeo el hombro- ¿Entonces?

-Te vine a pedir perdón, ayer me porte muy forra con vos y…-Negó- perdóname, no he tenido la mejor semana, ya sabrás vos porque –Asentí-. Perdón, vos viniste con la mejor onda y yo te trate como el culo, perdóname, enserio

-¿Ya terminaste de pedir perdón o faltan más? –Dudo un momento, me miro a los ojos-

-Termine

-No es tu culpa, ¿Okey? Yo me zarpe, me mande y...no te preocupes, enserio, me han tratado peor

-Bueno, no lo digas así que me entra mas culpa

-Esta todo bien, Lali, enserio –Asintió y miro alrededor-

-Alta casita, eh –Recorrí la habitación la mirada y asentí-

-Si, bueno…-Asintió mirándome, miro sus zapatos-

-Creo que me voy

-¿Desayunaste ya? –Dije cuando vi que tomaba camino a la puerta, giro y me miro-

-Emm…no, voy a casa de mi madre para desayunar

-¿Ya terminaron de chapar? –Grito Eugenia desde la pieza, revolee los ojos y Lali sonrió burlona-

-Si, veni –Dije en el mismo tono. Poquito después la rubia se colgó de mi espalda-

-¿Se queda a desayunar? –Pregunto Euge sobre mi hombro-

-¿No molesto?

-No, para nada, veni que hacemos desayuno juntas

-¿A que venis vos, Euge?

-Ah, si, ¿Me acompañas al cementerio mas tarde? –Asenti y bese su frente-

-Me voy a dar una ducha, tengo una reunión via Skype con unos clientes, ¿Estaran bien? –Les pregunte, mire a Lali-

-Si, Peter, anda que apestas –Me dijo Euge echándome del lugar-

Mire una ultima vez a Lali que escuchaba atenta lo que Euge decía, me miro de reojo y sonrio. Y sonreí. Me di una ducha rápida, cuando Sali encendí la laptop y abri skype. Un pantalón de jean y una remera negra. Termine de cambiarme justo antes de que el aviso de la llamada empezara a sonar. Me lleve la computadora a la barra desayunadora. Eugenia ya estaba acostumbrada, Lali fue la que me miro cuando empecé a hablar con las personas en el otro lado de la pantalla. Escuche que Euge le susurro “Si, le gusta mucho su trabajo, y es el mejor en eso” no pude evitar sonreir por eso. Hicieron el menor ruido posible mientras hablaba. Eugenia me mostro el plato lleno de panqueques y asentí, era el momento de terminar.

-Entonces ya tiene una idea mas formada de que es lo que queremos

-Si, si, tengo todo

-No olvide que recurrimos a usted porque es el mejor en la materia –Asenti agradecido-, no nos decepcione

-Nunca lo haría

-Nos volvemos a reunir dentro de una semana para ver los avances

-Esta bien, muchas gracias, que tenga un buen dia

-Igualmente

Y corto la llamada. Solte el aire y ellas me miraron.

-¿De donde son? –Me pregunto Lali-

-Alemania –Miro a Euge y está asintió-

-Te dije; El mejor.

-¿Qué hiciste, chinilla? –Le pregunte y rodee su cuello con el brazo-

-Panqueques, fruta, tocino y…Lali hizo un café con leche que huele delicioso –Mire a Lali, estaba sonriendo-

-¿Me das?

-Emm…-Miro sus pies nerviosa, levanto la cabeza de golpe y miro el café- si, si, claro, te sirvo una taza –Con Euge nos miramos y las risas estallaron- ¡Basta, no sean malos! –El timbre sono- Anda a abrir, Pedro –Asenti, aun riendo-

*¿Quién? –Pregunte por el intercomunicador con la voz entrecortada por la risa-

*Gas…-Antes de que terminara de hablar, abri-

-¿Quién es? –Me pregunto Eugenia-

-Gaston –Lali me miro-, es mi hermano –Asintio entendiendo-. ¿Desayunamos?

Gaston entra al apartamento hablando por celular, toma un trozo de piña de mi plato y se sienta en el sillón para seguir hablando, o discutiendo, por teléfono.

-¿Y que pensas hacer hoy? –Me pregunta Euge con la boca llena-

-Tengo que ponerme a hacer el proyecto de los alemanes y…nada mas, ¿Vos? –Lali nos mira como si estuviera en un partido de tenis; Mirando al que habla-

-Bueno, al cementerio con vos –Asenti-, luego por Valentina a casa y supongo que despues con Nicolás, no se

-¿Seguis con Nicolás? Pense que ya habían terminado

-Seria bueno, ¿Cierto? –Me encogi de hombros. Es algo en lo que no quiero opinar- ¿Y vos, Lali?

Un suspiro muy fuerte de Gaston impidió que Lali contestara.

-¿Qué paso? –Le pregunte, me miro y despues a las chicas, frunciendo el ceño en dirección a Lali-

-¿Qué hace ella aquí? –La señalo-

-Es amiga mia

-Peter…-Dijo, y ya supe la que se venia-

-Me chupa un huevo el pendejo ese –Dije por no mencionar su nombre-. Es un imbécil y no se la merece. Ademas no es mi amigo –Gaston me miro con el gesto serio, mudo-

Eugenia se aclaro la garganta en un claro intento por romper el silencio tan incomodo que se habia formado. Mire a Lali, tenia la mirada hacia abajo, le di un apretón a su mano que descansaba sobre la mesa, me miro, negue y sonreí.

-¿Y vos que haces, Lali?

-¿Cuándo? –Su mirada viajo de mi a Eugenia-

-Hoy

-Em…-Mordio su labio y se encogió de hombros- no se, nada, supongo. Trabajar

-Es sábado –Dijo Gaston, se sento junto a ella-

-Si, pero no tengo animos para nada y…eso

-Uh, bueno, ¿La pileta de la casa de tu viejo esta disponible, Euge? –Le pregunte-

-Si, pero mi viejo no esta y…-Me miro, despues a Lali y sonrio- Claro que si, ¿Asadingui? –Asenti- Venis, Lali

-No, yo…-Eugenia levanta la mano en señal de que pare de hablar-

-Te dije que venis, no te pregunte, ¿Estamos?

-Oye, Eugenia, apenas los conozco y…

-¿Y? ¿Hay algun problema con ello, te parezco una asesina, o Peter un violador, o Gas un…-Agito la mano en el aire, no se le ocurio nada. Sonrei- eh?

-No, no quise decir eso…

-¿Entonces que quisiste decir? –Euge la miro, inquisitiva y esperando la respuesta. Lali abrió la boca un par de veces, pero siempre la cerraba-

-Si no quieres venir, Lali, esta…-Dije-

-No, si

-¿Si que?

-Si voy, esta bien

-Bien –Dijo Eugenia, satisfecha-

Terminamos de desayunar, entre Gaston y yo lavamos todo, mientras Eugenia le pasaba la dirección de la casa de su papá a Lali. Se despidió con un beso en la mejilla de ambos y se fue. Tome mi billetera, ropa para la pileta y bajamos junto con Euge para poner rumbo al cementerio San Clemente.

-Hola, mamá –Le dijo Euge a la tumba de su madre. Se que esta a punto de llorar-

Pongo las flores dentro del florero de piedra caliza que esta unido a la tumba. Veo la lágrima que se desliza desde la mejilla de Eugenia hasta que cae sobre el nombre de su madre. Gimena Accardi, ella era tan buena, tan noble, cuidaba tanto de Eugenia, amaba con locura a su esposo, y estaba ansiosa, muy ansiosa, por tener otra bebé. Pero los últimos meses de su embarazo se complicaron demasiado, por eso Nicolás, el papá de Eugenia, no lo dudo ni un segundo cuando le aconsejaron llevar a Gimena a Munich, Alemania, allá le daban esperanzas que necesitaba, y resulto demasiado bien, un mes despues del nacimiento de Valentina, volvieron. Oh, ella estaba tan feliz, se sentía muy plena, y muy afortunada por poder sobrevivir a esa etapa tan difícil, ahora mas que nunca miraba a Nicolás con mucho amor. Él, Nicolás, cambio mucho desde el viaje, mimaba muchísimo a Gimena, no es que antes no lo hiciera, pero ahora era excesivo; Si Gimena queria helado, él sin dudarlo mandaba a comprar dos kilos de su gusto favorito. Quería tenerla contenta siempre. Y claramente a Eugenia le pico la curiosidad, ella amaba ver a sus papás felices, pero incluso a ella le parecía excesivo y sospechoso, muy sospechoso. Nicolás tenia una sola debilidad; María Eugenia Suarez Accardi. Ella era la luz de sus ojos, siempre lo dijo. Y cuando le pregunto el por qué de tanto amor hacia su madre, él le contesto lo mas sincero que pudo. Gimena tenia cáncer, esté cáncer era peligroso, no es que los otros no lo fueran, pero el cáncer estaba muy avanzado, muy, y era el mas peligroso de todos, y el mas mortal; Cancer de estomago. Y no lo detectaron en la etapa mas temprana, así que no habia ni vuelta atrás ni soluciones. Nicolás trataba de alargarle la vida lo mas posible; La llevaron a distintos hospitales en todo el mundo, la vieron los médicos mas especializados en la materia, le dieron todas las terapias, probaron todas las quimioterapias, pero no resulto. Bueno, depende de donde lo mires; Le alargaron la vida cuatro años y poco, eso era bueno, en especial para su hija, Valentina. Eugenia quedo relegada en la vida de los dos, Nicolás y Gimena le daban la misma atención que a las virutas de un lápiz. Toda su atención era de la pequeña que llego a la familia. Y Eugenia lo aceptaba sin mas, porque los amaba y queria verlos juntos lo mas posible, queria guardar esas imágenes para siempre. Vio a su madre débil, muy débil, la vio llorando, la vio derrotada, la vio cansada de luchar. Las veces que mi amiga entraba llorando a mi casa porque su madre habia llegado muy mal de la quimioterapia eran incontables. Vi a Eugenia mal durante tanto tiempo, fueron demasiadas las lágrimas que derramo. Hasta que un día decidió no llorar más, no llorar mas por nadie, no importara quien fuera o que le hiciera, o si desaparecería de su vida, por un tiempo o permanentemente, no importaba mas, ella no lloraría. Y así fue; No lloro mas, incluso en el funeral de su madre, mientras su padre se deshacía sobre el ataúd de madera, ella no derramo ninguna lagrima, ninguna.

Esta bien si lloras, Euge. Le susurre en el oído, ella me miro y sonrio, asintió.

-La extraño tanto, Peter –Dijo bajito y me abrazo-. Me hace tanta falta

-Lo se, linda, lo se –Bese su cuello repetidas veces. Mire a Gaston que nos miraba con toda la tristeza reflejada en la cara-

-¿Nos vamos ya? Por favor –Me susurro y asentí-

-¿Queres helado? –Le dije cuando íbamos a la casa de su papá, me miro y se encogió de hombros- Cambiame la cara, dale. Ademas hay que ir a comprar las cosas para el asado que organizaste –Asintio- ¿Entonces?

Iba a contestar, pero mi celular la interrumpió

-Contesta, ¿Si? –Asintio y tomo mi celular-

-¿Hola? Ah, Hola, Natalia

La mire sonriendo, revoleo los ojos

-¿Peter? Con una morocha encima, ¿Por? Ah, cierto que es tu novio. Dale, ahí te lo paso. Besito, gorda

Alejo el teléfono y puso el altavoz, golpeo mi brazo

*Natalie

*¡¿Por qué esa contesta tu teléfono?!

*Vengo conduciendo, Natalie

*¿A donde vas?

*Hay un asado en casa de Eugenia, ¿Venis?

*No, gracias

-¡¡Vamos!! –Dijo Eugenia mientras aplaudía, Gaston reia muy alto-

*¿Estoy en altavoz?

*Si

*Hablamos luego, Pedro

Mire a Euge y negue, se encogió de hombros mientras sonreía

Compramos todo lo necesario para el asado, y un poco mas. Mientras Gaston me platicaba sobre el partido de rugby que perdió Alumni, eso me hizo enojar, Euge hablaba con Nicolás para que pasara por Valentina a la casa de su nana y después fueran a la casa de Nicolás. Actuan como todo un matrimonio totalmente consolidado, ¡Y recién tienen dos años de novios!

-Listo, ¿Nos vamos ya? –Dijo impaciente-

-¿No se les antoja un vinito tinto? –Dijo Gaston y nosotros lo miramos-

-La verdad es que no  

-Si…

-Me lo prometiste, Gaston –Le dijo Euge con voz suplicante. Gaston suspiro y la abrazo-

-¿A que hora viene tu “amiga”, Peter? –Me pregunto Gaston mientras ponía el asador-

-No se, y no hace falta la ironia, eh

-¿Qué ironia? No puse nada de ironia en la pregu…

-¡Ya invite a toda la banda! –Llego Eugenia interrumpiendo a Gaston-

-Esta bien –Asenti, ella se sento como indio junto a Gaston-

-Y…Peter, así que te gusta Lali, eh

-Directita a los bifes –Dijo Gaston antes de soltar la risotada-

-Tengo novia, Eugenia –Dije mientras encendia el carbón-

-Bueh –Dijo con un resoplido. La mire-

-¿Qué fue eso?

-¿Qué fue que?

-Ese “bueh” –Y resople, imitándola. Se encogió de hombros- Eugenia…

-¿Qué? ¿Ahora la vas a defender?  Peter, ni siquiera la amas

-¿Y eso que tiene que ver? Es mi novia y vos deberías respetarla

-Y vos deberías ser sincero con vos mismo y dejar de mentirle a la chica esa, se enamoro groso de vos, no sé por qué no se lo dijiste al principio

-¿Decirle que?

-Que vos sos incapaz de sentir amor por alguien -La mire con el ceño fruncido- como ella –Agrego-

-Euge…-Negue. El timbre sono- Esta charla no se ha terminado, eh –Le dije y fui a abrir-

-¿La cague, cierto? –Escuche que le pregunto a Gaston-

-Hola 

Me saludo Lali cuando abri la puerta, con esa sonrisa tan linda que ella tiene...¡Mierda!

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