Capitulo 3: Por si vuelves

Pense que no volveria a caer en la depresión despues de la platica con Cande, pero paso. Y ustedes estarían igual si en un dia la vida que tenían planeada se les derrumba en menos de una hora. Es comprensible mi situación.

Hace media hora que Cande esta intentando convencerme para salir con las chicas

-¡Que no tengo ganas! –Le dije y me volvi a meter entre las sabanas-

-¡No pienso dejar que te eches a sentir lástima por vos misma, así que voy a venir por vos en dos horas, vamos a salir a un karaoke y te la vas a pasar de re puta madre! ¿Estamos o te lo tengo que volver a repetir?

-No

-Buenísimo, paso por vos en dos horas –Salio de la habitación y posteriormente, dando un portazo, del apartamento-

Mire a mi alrededor y bufe. Tal vez tiene razón, pense. Pero tambien tengo derecho de sentir lastima por mi misma el tiempo que me plazca.

Entre a bañarme porque, básicamente le tengo miedo a Candela. Sali y me mire al espejo, tenia ojeras debajo de mis ojos, suspire y puse medio bote de corrector de ojeras, despues maquillaje, me pinte los labios muy rojos, aplique rímel en mis pestañas y enchine, después un poco de rubor y al terminar parece que nadie se atrevería a meterme los cuernos. Sonreí muy en mi papel. Me puse unos jeans que tenían rasgada la rodilla, a propósito, con una remera negra de crochet que dejaba ver mi corpiño. Unos zapatos tacón de aguja, una cartera pequeña y, por último, deje caer mi cabello desde la coleta que me había hecho cuando salí del baño. Se formaron unas ondas muy lindas.

-Pensé que tendría que jalarte de los cabellos para meterte al auto –Me dijo Candela cuando baje-

-Por eso mismo entre a ducharme después de que te fuiste –Me sonrió-

-Esa es mi chica –Sonreí y beso mi mejilla-

-Hola, divina –Me dijo Dani cuando subi al auto-

Daniela Aita es prima hermana de Cande y cada tanto nos acompaña en nuestras salidas

-Hola, Dan –Bese su mejilla-

-Let’s go! –Dijo Cande con un ingles muy marcado-

Pasamos veinte minutos en el auto, en los cuales me explicaron lo que básicamente es este lugar; Un bar hippie donde todo es vegetariano. Me quiero morir. Porque si, Cande es vegetariana, e intenta que todos a su alrededor lo sean.

-¡Buenas noches, publico divino! –Dijo un tipo con sobrepeso sobre el escenario, todos aplaudieron-

-Cande…-Dije y me miro sonriendo-

-Si volves a decir que te queres ir, te voy a pegar una patada en el culo tan fuerte que vas a ir a caer a tu apartamento

-Geni…

-¡En El Tigre! –Dijo amenazante, asentí y mire al escenario de nuevo-

-Y bien… ¿Quién será el siguiente? –Pregunto el hombre, mirando hacia el público- ¿Nadie? –No obtuvo respuesta- Bien, dejemos que el reflector decida –Una luz lo ilumino, y despues viajo por la gente, de unos minutos de dar vuelta y se detuvo justo en Cande- ¡Pasa, linda!

-No, no, es que yo no canto bien –Dijo, y la mire. Canta hermoso-

-No importa. Si no pasas tendre que cantar yo, eh –Todas las personas rieron y alentaron a Cande para que pasara. Al final se levanto y camino hacia el escenario, todos aplaudimos- ¿La queres dedicar?

-Claro, a mi mejor amiga que esta ahí sentada –Me señalo, el reflector me ilumino y no me quedo de otra que sonreír y saludar-

-Cuando vos quieras, linda –Le paso el micrófono y se bajo del escenario. Cande le dijo unas palabras al pianista y despues volvió a su antiguo lugar-

-Se llama “Your song” de Elthon John –El pianista empezó con los primeros acordes y la gente aplaudió- It's a little bit funny this feeling inside, I'm not one of those who can easily hide I, don't have much money but girl if I did
I'd buy a big house where we both could live, If I was a sculptor but then again no Or a woman –Modifico la letra y sonreí- who makes potions in a traveling show…Oh I know it's not much but it's the best I can do, my gift is my song and this one's for you…and you can tell everybody this is your song…It may be quite simple but now that it's done…I hope you don't mind, I hope you don't mind that I put down in words how wonderful life is while you're in the world…

Me sonreía y mis lagrimas ya estaban surcando mis mejillas.

La cancion termino y todos aplaudieron, incluyéndome, de pie. El presentador volvió a subir y la miro

-¡Cantas genial, piba! –Dijo sorprendido y todos rieron mientras seguian aplaudiendo- Ahora que suba la amiga, ¿No? –Se escucho un “Si” al unisono” y un hombre tendio su mano, negue, Daniela hizo que me levantara, me llevo al escenario casi a rastras- ¿Queres cantar?

-¿Si digo que no, me va a dejar bajar?

-No

-Entonces si –Dije resignada-

-Toma, cuando vos quieras –Me dio el micrófono y bajo, Cande beso mi mejilla, susurro un “Suerte” a mi oído y bajo-

-¿Me presta el piano? –Le pregunte al hombre, sorprendido asintió, se levanto y puso un soporte para el micrófono en el lugar en donde van las partituras. Suspire y empecé a tocarlo- Esta canción se llama “Por si vuelves” y…yo la escribi –Dije y aplaudieron- Dejaste la luz encendida, dejaste en silencio la televisión, dejaste una flor que moría, dejaste tu esencia en el viejo sillón. No puedo con tu ausencia, te fuiste y se detuvo el reloj –La primera lagrima se derramo-. Sabes que esto va contra mis reglas, tendré que hacer por esta vez la excepción. Por si vuelves, te dejo la llave en la puerta y dejo servido café para dos…Si regresas hoy te prometo que no pido explicación, por si vuelves espero esta noche despierta y sobre la mesa te dejo el perdón…Si regresas hoy no habrá condición, porque muerta esta mi vida sin tu amor…Dejaste la cama vacía, dejaste unos besos en ese cajón, dejaste tus fotografías y tantas preguntas sin contestación. No puedo con tu ausencia, te fuiste y se detuvo el reloj…

Continúe durante otra estrofa, termine de tocar, me seque las lagrimas. Todos estaban en silencio, me levante y los mire, se levantaron y aplaudieron, demasiado fuerte para mi gusto. Les sonreí y mire a Cande, aplaudía de pie y podía ver una pizca de orgullo en su mirada, suspire y mire hacia la barra, no se porque, ahí estaba Peter Lanzani, me sonrió y levanto su copa hacia mi, le sonreí agradecida y baje del escenario.

-¡Te dije que te ibas a divertir! –Dijo Cande, con voz triunfante y revolee los ojos-

-Si…-Le sonreí-

-¿Y por que mirabas a Peter Lanzani?

-¿Lo viste?

-Si, desde que llegamos al bar, creo que estaba con su novia

-¿Cómo sabes que es su novia?

-Porque la piba no hacia mas que marcar territorio

-¿Entonces si tiene novia porque me invito a salir? –Dije de una y casi me estampo con el vidrio porque Daniela freno sin avisar-

-¡¿Cómo que te invito a salir?! –Dijeron al unisonó y asentí-

-¿Cuándo?

-Cuando estuvo en el apartamento con las flores y el helado, ¿Te acordas que te dije? –Asintio- Pues ahí, antes de irse

-Pero, ¿Cómo fue?

-Ya se estaba yendo, de una giro, casi chocamos, y me lo pidió, así nomas

-¿Y que le dijiste?

-¡Que no! Cande, acabo de terminar una relacion y…-Me encogí de hombros- no se si es lo correcto

-¡Es! –Intervino Daniela- Es lo correcto, en realidad me parece que ya te tardaste, al dia siguiente de que terminaron podrías haber salido a chaparte pibe tras pibe –Cande la señalo y aplaudió-

-Me parecen cualquiera

-No, Lali, el amor y las personas que juran que es para siempre son cualquiera, el amor deberia ser libre, ¿Sabes? Si una persona ya no te ama mas tan fácil como decirlo, es peor quedarse callado e ilusionar mas y mas a la persona que tan enamorada de ti esta

-No se, me parece bonito pensar que en el mundo existe otra persona que es especialmente para ti

-¿Por qué estas tan empeñada en seguir creyéndolo despues de lo que te hicieron? –Me pregunto Cande, incrédula. Me encogí de hombros-

-Supongo que creo en eso de que no porque una rosa me pincho voy a huir de todas las flores, ¿No?

-Lali…-La mire, nego- Vamos, Dani

Me dejaron en mi edificio y ellas siguieron de largo. Se que no concuerdan con mi forma tan anticuada de pensar, pero es que así es como me gusta el amor; A la antigua. Con canciones de amor en balcones y ramos enormes de rosas rojas, son mis favoritas. No se, supongo que me tengo que modernizar, ¡Pero es que ellas son tan libertinas! Tengo que tomar mi duelo, aun me duele el hecho de que Victorio me engañara, pense que me iba a casar con él…Sacudí la cabeza para sacar esos pensamientos. No tengo ganas de deprimirme.

A la mañana siguiente, un vestido gris pegado al cuerpo, zapatos de tacon negros, mi licuado de frutos rojos, mi maletín y yo estábamos saliendo rumbo al despacho.

-Buenos días, Señorita Mariana –Me saludo Patricia, la recepcionista. Le sonreí y segui a mi despacho-

-Hija, buenos días –Dijo mi padre, entrando a mi oficina. Me gire en mi silla y lo mire, tan formal como siempre, impecable-

-Hola, pá –Le sonreí-

-¿Cómo estas? –Asenti- Veo que no quieres hablar de lo sucedido –Negue- ¿Qué? ¿Si queres hablar? –Negue- Oh, esta bien…bueno, ¿Revisaste el caso que te pase?

-Si, ¿Si sabes que no tiene oportunidad de salir libre si no es con una fianza enorme, cierto?

-Si, lo se

-¿Y que pensas? El arresto domiciliario no es una opción –Mire los papeles-, al parecer

-No, esta muy en contra de eso

-Debería estar en contra de asesinar a su esposa, ¿No? –Dije- Ella era preciosa, le pregunte a sus vecinos y…

-¿A sus vecinos? –Niega con gesto reprobatorio- ¿Qué te dije sobre inmiscuirte? No esta bien, no es sano

-Tampoco ser una roca

-No se si estuvo bien que te obligara a estudiar esto, es demasiado…para vos

-¿Qué queres decir con eso? –Cruce los brazos y me recline en mi silla-

-Sos demasiado tiernita, hija –Levante un hombro como diciendo “¿Y?”-. Eso podría ser un problema en el futuro

-Bueno, cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él. Mejor platícame como estuvo tu viaje

Y empezó a hablar sobre su congreso en Uruguay. De pronto, y no se porque, Peter se colo en mi mente, desde que se fue el dia anterior de mi apartamento que siento ese sentimiento de extrañarlo, se que es a él porque…eso siento. Antes de irme a dormir mire el jarron con las flores, eran tulipanes blancos, son el tipo de flores que le llevas a tu abuelo al hospital cuando esta enfermo, no a una mujer que esta triste, pero extrañamente cuando los miraba me tranquilizaban. Solo pensaba en él y en su lunar. Sonrei. Ese lunar que adornaba su cara haciéndolo todavía mas lindo.

-¿Quince lucas por tus pensamientos? –Me dijo mi padre, burlon-

-Lo siento, me tilde. Entonces te fue bien, eh

-Si, fue lindo desconectar un momento de esto –Hizo un gesto con la mano que abarco toda la oficina-

-Y ver a tus antiguos compañeros –Asintio-

-¿Te digo algo y no lo tomas a mal? –Asenti- Atenti que voy a ser muy crudo, eh –Asenti-

-Te ves muy bien como para que tu novio, de seis años, te haya engañado con tu mejor amiga –Me incorpore. Nunca me lo habían dicho así-

-Bueno…si

-¿Qué pasa, Lali?

-No pasa nada, papá, solo decidi que eso no me iba a arruinar la vida

-¿Pero ni una semana?

-¿Es que acaso queres verme mal?

-No, yo no digo eso, solo que…-Dos golpes en la puerta lo interrumpieron-

-Adelante –Un joven con una gorra azul marino, asomo la cabeza, lo mire-

-¿La señorita Mariana Esposito? –Pregunto, abrió mas la puerta, mostrando un gran…no, no, un enorme ramo de rosas rojas-

-¿Si?

-Tengo una entrega para usted, ¿Dónde las pongo? –Quite unos expedientes que estaban en mi escritorio y señale, mientras miraba a mi padre- ¿Puede firmar de recibido? –Firme el papel- Gracias –Dijo y se fue-

-¿Y esto? –Me pregunto mi padre. Me encogi de hombros y tome la tarjeta-

Espero que tengas un lindo dia

PL

-Ni idea –Le mostre la tarjeta-

-¿PL? ¿A quien conoces que sus iniciales sean una P y una L, Lali? –Pregunto obvio-

-Bueno, a un muchacho, lo conoci recién ayer, pero él no sabe donde trabajo

-¿Sabe de que trabajas? –Asenti- Y sabe que te llamas Mariana Esposito. Seguro tiene internet, Lali

-Si, pero…que acosador

-¿Si? –Asenti- Explicale eso al rubor de tus mejillas –Mire a mi padre. ¡Es mi padre! Él no tendría que comentar eso-

-Pá –Me mira-, anda a trabajar

-Si, si, anda a trabajar, pá –Me imito-. Ojito con ese PL, eh –Achine la mirada y señale la puerta-

Entre a google y teclee en la pagina del directorio telefónico; Peter Lanzani. No me apareció, pero si muchos Lanzani, habia un Juan Pedro Lanzani. Busque “Juan Pedro Lanzani” en google y me aparecieron demasiadas cuentas de facebook, una de twitter, dudo que sea suya porque dice que esta actuando en una película. Segui mas abajo, y encontré su nombre tal cual en una pagina sobre publicistas argentinos, él me dijo que estudio eso. Di click y lo busque en el listado, apareció su numero de celular, el teléfono de la empresa en la que trabaja y su dirección. Al final de la pagina venia un mensaje.

Su dirección de IP ha quedado guardada para fines de seguridad de los registrados.

Lo creía lógico. Apunte todos los datos en mi celular bajo sus iniciales. Lo llame, a los dos tonos, contesto.

*¿Hola?

*Hola, PL

*Recibiste mis flores, eh

*Si, te quiero preguntar, ¿Por qué me mandaste flores?

*¿Sabes que ni yo se? Es raro –Sentia su sonrisa a través de la línea-

*Si…que raro, eh

*Si

*¿Por qué no se las mandas a tu novia?

*¿Estoy escuchando a los celos hablar? –Resople-

*Nada que ver

*Eso dicen las celosas

*Peter…

*¿Tenes planes para la hora de la comida?

*No

*¿Salis a comer conmigo?

*Peter, tenes novia

*Si, pero eso no me impide con salir con mujeres, eh, si no es mas que en plan de amigos

Eso, no se por qué, pero me dolio.

*Igual, aunque sea en plan de amigos, no puedo, tengo mucho trabajo

*Esta bien, lo acepto. Chau

*Chau –Corte y lance el celular al cajón del escritorio-

En el transcurso de las horas, trabaje, excepto por un momento en el que Cande me visito, estaba pasando para ver a su papá, pregunto por las flores, le dije que luego con mas calma le contaba, no se fue sin que le mostrara la tarjeta, sonrio y se retiro dando saltitos de alegría. Revolee los ojos, continue trabajando, hasta que mi intercomunicador sono, era Patricia, de recepción

-¿Si?

-Hay un joven aquí…

-Me llamo Peter Lanzani, ella sabe quien soy –Le dice a Patricia, lo escucho muy lejos-

-Te busca Peter Lanzani, Lali

-Si, decile que en un momento estoy con él

-Esta bien

¿Qué esta haciendo aquí? Suspire y me dirigí a recepción

-Hola –Lo salude-

Estaba con toda la desfachatez recargado sobre la barra, Patricia lo miraba con una sonrisa radiante.

-Hola, Lali –Me sonrio-

-¿Qué haces aquí? Pasa. Gracias, Patricia –Le sonreí y me despidió con la mano- ¿Entonces…? –Repeti cuando entramos a mi oficina, despues de pasar por todas las miradas curiosas de los que aun no se iban a comer-

-Estaba pasando por el lugar y…-Lo mire obvia, señale el lugar frente a mi. Él se sento- Queria verte

-¿Por qué? –Se encogió de hombros-

-Por la misma razón que te envie las flores, por la misma razón que puse a mi secretaria a investigar donde trabajas…no se que me pasa

-Peter…

-No, Lali, se que me pasan cosas con vos –Asintio-. Y es una locura porque te conoci ayer, ¿Entendes? Y tengo novia –Asenti-

-Y en lugar de alejarte, venis a mi oficina, en donde estoy

-Me enseñaron que no por ignorar algo, este va a desaparecer

-Intenta –Suspiro y me negó- ¿Qué?

-Tengo muchas ganas de besarte 

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