Capitulo 2: Una Morocha

Estaba acostado a lo largo del sillón del living de mi hermano, Gastón, cuando entro Victorio, el más imbécil de todos sus amigos, tenía solamente puesto un bóxer. 

-¿Donde está Gastón? 

-Bañándose -Dije señalando el baño- ¿No conoces las remeras vos? 

-Metete en tus asuntos, pendejo -Asentí y volví mi vista a la televisión, él se puso a deambular por todo el lugar. Después de unos minutos, golpeo la mesada con el puño-

-¡Gastón! -Grito-

-Hey, chabón...

-¡No me provoques vos! 

-Hey, hey, ¿Que paso? -Pregunto Gaston llegando al living, con una toalla anudada a la cintura-

-Este imbécil llego a hacer quilombo nada mas

-¿Vico? -Le pregunto esperando una explicación-

-Lali

-¿Que paso con Lali? 

-Me descubrió con María

-Jodeme -Victorio nego-

-¿Y? 

-¿No es obvio? Me echo de casa

-Que jodido 

-Te vengo a pedir un favor 

-¿Que pasa? 

-¿Podes ir mañana al apartamento por mi ropa? 

-No puedo, Vic, tengo una reunión a primera hora y despues una conferencia. Dudo que vaya a salir temprano 

-¿Y a quien le pido, Gas? Los chicos se fueron a Pinamar, mis hermanos no van a querer y...-Ambos me miraron-

-Mejor me meto en mis asuntos -Dije levantándome del sillón-

-¿Como se llama? -Escuche que le pregunto por lo bajo a Gastón-

-Peter -Le contesto en tono cansino- 

-¿Peter, podrías hacerme ese favor? 

-No

-Gastón

-Peter, por favor 

-¿Que gano yo? -Le pregunte recargado a la mesada-

-¿Mi gratitud? -Me contesto- 

-Uh, respuesta incorrecta 

-¡Gastón! 

-Págale, pibe 

-¿Cuánto? 

-¿Cuanto crees que vale tu ropa? 

-¿200? 

-Eso no es ni una remera 

-Esta bien. Mil ¿Te va? 

-Me va. Pásame la dirección de la cornuda 

-¡Pedro! -Me dijo Gastón en forma de reto-

-Digo, de Lali -Lo anoto en un papel que dejo al lado de mi celular-. Voy mañana entonces 

-Cuando me traigas mi ropa te doy el dinero -Achine la mirada y asentí-

-Ya me voy 

-¿A donde vas? 

-Con Natalie, me esta esperando para comer 

-Salúdamela -Me dijo y asenti-

Soy Juan Pedro Lanzani. Peter, para los amigos. Tengo veinticinco años y soy un licenciado en publicidad, porque básicamente no sabia que estudiar y aun había cupo en esa facultad, con el tiempo me empezó a gustar y hace tres años que egrese, y medio año que ejerzo de ello. Mi padre desapareció cuando yo tenía cinco y mi hermano diez años, mi madre nos saco adelante como pudo, con la ayuda de mis abuelos claramente, falleció hace año y medio. Mis abuelos viven en un quincho en las afueras de Buenos Aires. Gaston es mi único hermano, nos llevamos relativamente bien, cuando no hay minitas dando vueltas porque yo soy muy “Pirata hijo de puta” según mi hermano, él es un aburrido que esta amarrado a la misma mina hace cinco años. Tengo novia, si, Natalie Perez, una morocha-rubia encantadoramente rompe pelotas, ¿Qué si estoy enamorado? No, pero ella es lo mas y nos complementamos bastante bien. Nunca me lleve bien con las minas empalagosas y sumamente dulces, por eso cuando encontré a Natalie que le vale gorro la relación, no la deje ir. Si, se que sueno enamorado, pero les juro por mi parche que nada que ver. Mis mejores amigos son dos: Agustin Sierra y Tincho Batte. Ellos me regalaron mi primer parche. Y es literal, tengo un parche en un cuadro en mi habitación, es de cuero negro y tiene grabado mi nombre. Es enserio. No es joda.

-¿Qué haces? –Le pregunte a Natalie cuando llegue a su casa-

-Nada, ¿Qué vas a querer comer?

-Lo que sea –Asintio y se levanto del sillón para ir rumbo a la cocina-

-¡Gordo! –Odio que me llame así-

-¿Qué paso?

¿Salidita hoy a la noche?  

Me llego ese mensaje de parte de Renzo Landini, otro amigo

-Mañana es cumpleaños de Ana

-¿Tu hermana? –Le pregunte-

¿Qué tenes planeado?

-Si, y vamos a ir a desayunar con mis papás

-Ah… ¿Con “Vamos” te réferis a quienes, gorda? –Odia que la llame así-

Keops. Agustin, Tincho, la banda y muchas bambis… te va?

-Me refiero a mis papás, a Ana, su novio, vos y yo –Remarco mucho el “Vos”-

-Tengo algo que hacer mañana por la mañana

Me va, nos vemos en el apartamento a las doce para la previa

-¿Qué tenes que hacer? ¿Recuperarte de la cruda que te va a dar por tomar tanto en el boliche al que vas a ir con los chicos?

-¡¿Cómo haces eso?!

-Te conozco, Peter –Sonrei, puse el celular en la mesa ratona y fui a buscarla-

-Hola –Le susurre al oído-

-Vas a ir a desayunar

-Claro que si, si me acompañas a lo que tengo que hacer –Se giro, revoleo los ojos y asintió-

-¿Cómo te fue con tu hermano? –Se soltó de mi agarre y siguió haciendo la comida-

-Bien, te mando saludos, por cierto

-¿Y en el trabajo?

-Bien, me ascendieron –Le dije así sin mas-

-¿Enserio? –Me pregunto con mucha emoción en la voz. Asenti- ¡Felicidades! –Me beso- Entonces si podes ir al boliche con los chicos –Sonrei burlon-

Comimos y me platico sobre su dia en el trabajo; Es maestra jardinera. Por ende, le gustan mucho los niños, por ende ¡Tengo que huir rápido!

-¿Queres ayuda? –Le pregunte cuando comenzó a levantar los platos-

-No, quiero que nos acompañes a desayunar

-Nati linda, ya te dije que si –Rodee su cintura con mis brazos-

-Si, pero antes me has dicho que si y me has quedado mal

-¿Cuándo hice yo…?

-Cuando fui a sacar mi licencia de conducir, en el cumpleaños de papá… ¡Mi fiesta de egresados!

-Ya entendí, si, entendí. Esta vez si ire

-Bueno –Beso mis labios y la solte-

-Ya me voy entonces –Asintio, bese su mejilla y Sali del apartamento-

Subi al auto y antes de ponerlo en marcha, me llego un mensaje

Donde estas? Estoy justo frente a tu apartamento

Eugenia, mi mejor amiga, por mucho.

Voy de camino, me esperas?

Dale (:

Conduje hasta mi edificio, mire el auto de Eugenia en el estacionamiento. Subí hasta el pent-house, estaba sentada en los sillones. Valentina, su hermana de cinco años, estaba junto a ella.

Landini, no voy a poder ir, nos vemos luego

Le mande, ellas son mi prioridad ahora.

-Hola, diosas –Les dije. Me sonrieron casi al mismo tiempo, Valentina tenia un gesto muy triste-

-Hola, Pitt –Me saludo Euge-

-Hola. Hola, Valen –Me acuclille junto a ella y me miro-

-Hola, Peter –Me dijo, y casi al instante enredo sus bracitos en mi cuello-

-¿Qué tienes, preciosa? –La levante y enredo sus piernas alrededor de mi cintura, le pase las llaves a Euge y ella fue la encargada de abrir-

-Nada –Me contesto Valentina, casi en un susurro-

Mire a Euge y ella modulo “Mamá”. Asenti comprendiendo. Su madre murió hace medio año, su papá no le pone mucha atención, por ende Eugenia tiene que cargar con ella a donde quiera que va, y no le molesta.

Eugenia Suarez es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, vivio al lado de mi casa toda su infancia, nos separamos cuando su padre comenzó a agarrar vuelo en el negocio de los bienes raíces, así que se mudaron. Nos volvimos a reencontrar en el secundario, y desde entonces que no hago nada sin consultarla a ella. Es algo así como mi conciencia.

Ha tenido una vida difícil, muy difícil, pero es de las mejores personas que conozco; Pura, sincera, verdadera. Es de esas personas que cuando entran a tu vida no quieres que se vayan mas.

-Pulga –Le dije a Valen-

-Pulgo

-¿Queres ver alguna película? –Me miro y se encogió de hombros- Tengo esa la de la princesa con el cabello enorme y rubio y…

-¡Se llama “Enredados”, pulgo!

-Si, esa, ¿La queres ver? –Asintio- ¿Le decimos a Euge que haga pochoclos? –Le dije sonriendo, y asintió- ¡Que haga pochoclos, que haga pochocolos! –Cantamos al unisono, Euge revoleo los ojos y camino hasta la cocina- Vamonos al cine, pulga

-¡El que llegue al ultimo es fan de Violetta! –Dijo, se bajo de encima y empezó a correr rumbo a la sala de televisión-

-¿Qué es Violetta? –Le pregunte a Euge y se encogió de hombros- ¿Qué paso?

-Papá empezó a sacar todos los retratos de mamá del living y Valentina se enojo y le dijo que lo odiaba y que…-Se encogió de hombros-

-¿Por qué los saco?

-Porque la pasa mal, supongo. Nos detuvimos mucho a pensar en como la pasaría Valen, y nunca pensamos en papá. Él tambien perdió a una esposa y le duele, Peter

-Yo se, Euge, pero Valentina tiene cinco años, no hay punto de comparación

-…No, no hay –Me entrego el bowl con los pochoclos como a ella le gustan; Mitad dulce, mitad salados-

Fuimos con Valentina, ella habia puesto la película y nos estaba esperando. Miramos la película en total silencio, excepto por unas risotadas de parte de Valentina, se durmió casi al final de la película. Euge se la llevo al cuarto que siempre ocupaban cuando venían. Apague todo y me acoste a dormir. Me despierto a media noche porque empiezan a zarandearme el brazo

-Pulgo…pulgo –Me dice en susurros, abro los ojos de a poco-

-¿Qué pasa?

-¿Puedo dormir con vos?

Sin contestarle, me hago al centro y abro las sabanas, se acuesta y usa mi brazo como su almohada.

Ellas, Eugenia y Valentina, son como las hermanas que nunca tuve. Y me parece perfecto.

-Gracias –Me dijo Eugenia a forma de despedida, negue y bese su mejilla-

-Adios, pulgo –Me dijo Valentina, señale mi mejilla y la beso-

Se fueron y corri al baño. Se me habia hecho muy tarde para el desayuno de la familia de Natalie, y para ir por la ropa de Victorio.

-Te dije que…-Empezo Natalie cuando me miro-

-¡Ya estoy aquí, basta! –Revoleo los ojos-

Conduje hasta la dirección que me habia dado Victorio. Toque el intercomunicador y despues de unos momentos, hablaron

-¿Quién?

-Peter Lanzani, vengo por las cosas de Vico –Conteste-

-¿Qué sos vos de Victorio?

-Su primo, –Antes muerto- ¿Me vas a dejar pasar o pensas hacerme mas preguntas?

El timbre grueso sono y la puerta se abrió, mire a Natalie y le mostre la palma, indicándole que volvia en cinco minutos. Asintio. Entre casi a las corridas. Cuando estuve frente a la puerta blanca, la toque dos veces. Me abrió una morocha demasiado delgada

-¿Vos sos Lali? –Le pregunte, y antes de que contestara, continúe- Bueno, da igual, ¿Esas son las valijas? –Las señale con la mirada, mas alla estaba una mina con unas piernas preciosas-

-A ver, a ver, el que estes de mal humor no es nuestra culpa, pibe –Me dijo la morocha demasiado delgada, con tono de ofendida-

-A ver, a ver, que no puedas darle lo suficiente a un hombre para que este no corra a los bra…-Me interrumpió dándome tremenda bofetada-. Si, perdón, me desubique

-A mi no me pidas perdón, Lali es ella –Señalo a la morocha con piernas incitadoras al pecado-

-Lali, yo…-Me acerque de a poco, me miro, sus ojos se empezaron a aguar-

-Andate a la mierda, vos y tu primo, toma las valijas y vete –Me escupió las palabras-

-No, no, enserio perdón, no es mi me…-Empece a disculparme-

-¡Que te vayas! –Me grito y se cubrió la cara con las manos. Mire a la otra morocha, y me disculpe con la mirada, ella negó. Sali del lugar-

No sé por qué, pero me senti el mas mierda haciéndola sentir mal, ver sus ojos llenos de lagrimas me provoco culpa, y solo queria abrazarla, abrazarla hasta que todo lo que rompió el imbécil de Victorio, estuviera junto de nuevo.

Subi las valijas al maletero. Natalie me miro mal cuando volvi a entrar al auto. Simplemente la ignore.

Mientras el desayuno con la maravillosísima familia de mi novia transcurría, irónicamente hablando, yo pensaba en Lali y sus ojos llenos de lagrimas, es que enserio no podía sacármela de la cabeza, no soporto hacerle daño a las personas vulnerables, y Lali se veía muy vulnerable.

-¿No, amor? –Me pregunto Natalie sacándome de mi burbuja, la mire, tome su mano y asentí sonriendo. Eso siempre la calma-

-Entonces tenes que proponértele pronto –Me dijo Ana, su hermana, la festejada-

-¿Cómo, como, como? –Le pregunte desconcertado-

-Proponerle matrimonio a mi hermana, Peter, ¿Es que acaso no estás escuchando? Hablábamos de cómo se miran y que es muy probable que lleguen al altar juntos, Natalie nos dijo que ya estaban pensando en casarse –Mire a Natalie y pestañeo varias veces-

¿Proponérmele a quien? ¿A la loca de los niños? No, no, muchas gracias. Escuchar la palabra “Matrimonio” hizo que el cuello me picara, no es joda.

-Bueno, igual son jóvenes, tienen mucha vida por delante. Nati tiene que ver si Pedro es lo que mas le conviene, ¿No, hija?

¿Mencione ya que mi suegro me odia? Es enserio, me odia mucho, ¿Por qué? Por el tatuaje que tengo en el brazo.

-Peter es el que me conviene, papi –Dijo Natalie abrazándome por el cuello-

Esa alarma que se dispara en tu cabeza se estaba disparando y con el volumen al máximo, cantaba ¡Huye, Peter! ¡Huye, Peter! Nunca habíamos hablado de matrimonio y estaba perfecto, como cambia todo.

Al finalizar el desayuno, pague, y junto con Natalie, salimos del restaurant.

-¿Qué queres hacer ahora? –Me pregunto-

Seguia pensando en Lali y en sus ojos llenos de lagrimas y en esa naricita roja

-Voy con Eugenia, ¿Venis?

-No, me voy en remis al club

-¿Al club? –Asintio- ¿Segura que te queres ir en remis? Puedo llevarte

-No, no, anda, yo me voy en remis –La mire achinando los ojos y asentí-

Le di un corto beso y subi al auto. Conduje hasta la heladería mas cercana y le pedi a la dependienta lo que ella comeria si un imbécil le rompe el corazón, me dio un kilo de dulce de leche granizado, pague y volvi a subir al auto, pare de un puesto de flores y compre las que mas decían “Perdon por ser un imbécil”. Subi al auto y conduje hasta el, si, apartamento de Lali.

-¿Quién? –Su voz sonaba ahogada. Me patee internamente-

-Emm…yo, Peter

-¿Qué queres?

-¿Puedo pasar? Vine en son de paz –Suspiro y destrabo la puerta-

-Vos no sos primo de Victorio –Me dijo apenas abrió la puerta-. ¿Te pensas que soy idiota? Fueron seis años de noviazgo, conozco a su familia

-Si, perdón, no sabia que decir. Peter Lanzani, un gusto, soy hermano de uno de sus amigos –Extendí mi mano-

-Envio a un desconocido a mi casa –Dijo en un susurro-. Lali Esposito, cornuda y…eso

-Perdon, enserio

-No tenes porque pedir perdón, es la verdad

-No, soy un bruto, enserio, y para remediar…-Puse frente a ella el helado y las flores-

-Peter, no es necesario

-Es gusto dulce de leche granizado –Dudo un momento, pero tomo el pote. Sonrei mientras la veía ir a la cocina por una cuchara, supongo-

-Pone las flores por ahí –Dijo volviendo de la cocina, se sento en forma de indio sobre el sillón-. Veni –Palmeo el lugar a su lado, y obedeci-. Es de las mejores disculpas que he recibido

-¿Entonces ya estoy perdonado? –Asintio comiendo helado-

-Gracias por…-Se encogió de hombros-. Solo, gracias

Y me le quede mirando fijo, viendo cada rasgo de su cara, ninguna imperfección, unos ojos café preciosos, largas pestañas…y sus labios ¡Sus labios! Tenían un color rosa natural que, de no ser porque ella esta mal, los habría probado en este preciso momento.

-¿Peter? –Me dijo con un atisbo de sonrisa-

-¿Si? –La mire-

-¿Queres? –Señalo el helado y me encogi de hombros. Tomo una gran cucharada y me la ofreció-

-Esta muy…helado –Dije regresándole la cuchara-

Y sonrio, esa sonrisa verdadera, enseñándome sus dientes blancos. Queria enserio acariciar su mejilla.

Nos quedamos ahí, platicando sobre la vida, no tocamos ningún tema personal. Me sorprende lo mucho que se puede hablar con una persona sin que se agoten los temas de conversación. Y mas con una persona que literalmente acabas de conocer.

Veni a casa!!

Me mando Gastón. Suspire y guarde el celular

-¿Te tenes que ir? –Dijo con un tono con un poco de tristeza-

-Si, mi hermano me necesita –Asintio y nos levantamos-

-Muchas gracias por venir, enserio –Asenti y bese su mejilla. Cuando estaba a punto de salir, me di vuelta, casi chocamos-

-¿Queres salir a cenar…comer conmigo? –Me miro sorprendida-

-Emm…yo creo que no

-¿Una justificación? –Pedi-

-Es demasiado pronto

-¿Para?

-Mi. Acabo de terminar una relacion importante y…-Asenti comprendiendo-. Pero quiero saber si puedo guardar esa invitación para mas adelante –Sonrei-

-Si, esta sujeta a cambios –Me sonrio y beso mi mejilla-

-Chau, Peter –Me dijo, sonriendo-

-¿Mi ropa? –Me pregunto Victorio apenas entre al lugar-

Le di las valijas y extendi mi mano esperando los billetes, despues de un  momento, los puso sobre mi palma.

-Fue un placer hacer negocios con vos –Dije mientras guardaba los billetes en mi bolsillo- 

-¿Vas a ir a la cena del abuelo? –Me pregunto Gaston y me encogi de hombros-

-Si, no tengo otra opción

-¿Paso por vos? –Negue-

-Ire mas tarde

-¿Llevaras a Natalie? Sabes que a los abuelos les parece encantadora

-Sí, lo sé, no creo que la lleve –Asintio-

-¿Están peleados?

-No, no…no –Negue-. Me voy, nos vemos mas tarde

Cuando llegue a casa, lo primero que vi fue la fotografia que me regalo Natalie por nuestro aniversario; Eramos nosotros en el cumpleaños de su papá. De pronto Lali invadió mi mente, y me senti mal por Natalie, ella no merece que piense en nadie mas que en ella, es una gran chica. Y ahora, indirectamente, esta compitiendo con una morocha de voz angelical, piernas preciosas y naricita de poroto.

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