miércoles, 20 de mayo de 2015

Fin.


¡Hey, volvi! 
Im back, bitches (:
¿Cómo andan? ¿Todo bien? Sinceramente como que si las extrañe un poquito. Pero un poquito, eh, no se emocionen.
Les traigo el no seria “el final” porque faltaba mucho para el final, esto vendría a ser como “Un cierre” a la historia. Ustedes lo necesitaban, y hasta yo tambien un poquito.
Hice lo que pude, espero que les guste. Enserio.
No voy a poner esta novela para descargar porque no da, seria un insulto, la verdad.
Gracias por bancarme.
Y mas importante aun; gracias por bancar mis historias.
que son sus historias tambien. se las regalo, llevenselas.
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No era necesario que le dijeran que debería de estar feliz porque estaba a punto de ser padre; Peter se sentía a explotar de felicidad. La relación con Natalie había mejorado de una forma increíble, a veces la miraba dos veces para asegurarse de que era ella. No había pensando en Lali en ningún momento después de la llamada de Skype, estaba abocado en un ciento diez por ciento en su creciente familia. Sin embargo, y muy a su pesar, no estaba enamorado de Natalie, lo había intentado de todas las formas; Haciéndole el amor, llamándola mil veces por día mientras ella estaba fuera de casa, llevándole el desayuno a la cama… en lugar de enamorarse él, la enamoraba a ella.
Natalie estaba incluso más enamorada de Peter que al principio de su relación, aunque estaba más que segura que todas las atenciones que tenia, y el cómo se comportaba, eran debido al bebé. Y eso la entristecía. Peter era el único hombre por el que había sentido tanto amor en su vida. Lo amo casi al instante de conocerlo, aunque él fuera tan grosero con ella, Natalie veía su interior, y era un interior tan necesitado de amor. Así que siguió en un segundo plano, no le rogo y no se dejo ver desesperada, solamente aparecía en lugares donde sabia que estaría. Él las veía como casualidades, ella solo le daba un empujoncito al destino. Y resulto; Un año después, Peter le pidió salir, enserio, una cena en la que él uso un traje azul marino y una corbata gris, una cena en la que ella uso un precioso vestido rojo, una cena en la que no dejaron de hablar, una cena en la que se dieron cuenta de todas las cosas que tenían en común, una cena en la que él pensó que a ella también le importaba un comino toda relación, una cena que termino con la petición de una salida al cine, que termino con una comida al día siguiente, que termino con ellos saliendo toda la semana a comer, a pasear, a platicar… Natalie había logrado lo que ella quería; Conquistar a Peter.
Mientras la relación avanzaba, ella se dio cuenta del porqué Peter no tenia novia, y del porque ella era la primera; Peter Lanzani es un hijo de puta engañador.
Solamente dos meses después de haber comenzado una relación con Natalie, Peter decidió que era hora de echar un vistazo a Verdant, su club favorito, reunió a toda la banda y salieron de cacería. Peter sabia que tenia novia, como también sabia que lo que pasa en Verdant se queda en Verdant. No contaba con que una amiga de Natalie, Paulina, estuviera en ese mismo boliche, tampoco contaba con que le tomara una foto y se la mandara a Natalie, y menos que menos contaba con la gran escena que su novia le hizo la mañana siguiente. ¿Desde cuándo la relación le importaba? Claro que no se lo pregunto. Hubiera sido muy desubicado hacerlo mientras a ella no dejaban de salírsele lagrimas, y pegar gritos catárticos insultándolo, a él y a sus antepasados. Y, después de todo eso, después de que Peter le jurara una y mil veces que jamás la volvería a engañar, lo perdono. Y fue enserio, jamás, durante los siguientes cuatro años él beso a nadie que no se llamara Natalie Perez. Nunca.
Pero eso Natalie no lo sabía, después de ese día empezó a tratar a Peter de la igual manera que él la trataba a ella. Y la relación resulto bien. Nunca le preguntaba cómo le había ido después de haber salido con sus amigos, nunca le preguntaba nada que supusiera la fuera a lastimar la respuesta, se limitaba a cosas superficiales, muy rara vez le preguntaba cosas que la respuesta le fuera a doler, y nunca recibió una respuesta doliente, pero no se arriesgaba a preguntarle más, se satisfacía con esa vez y nada más.
Y luego, muy lejos de ellos, estaba Lali. Una Lali satisfecha, sonriente, después de mucho sufrir, ¡Lali volvió a sonreír! Una sonrisa de verdad, una sonrisa brillante. Victorio había desaparecido por completo del mapa, después de que ella le hizo creer que lo había engañado, después de que él la vio en la cama con otro, después de que saliera del apartamento dando un portazo, antes de que le dijera que todo se terminaba. A Lali no le molestaba el hecho de que Victorio se hubiera ido con una imagen totalmente errónea de ella. Ella no estaba a su mismo nivel, jamás lo hubiera estado, nunca lo estaría, y nunca lo estará. Solamente quería que sufriera, y ahora sufre. Mucho. Lali lo sabe.
Piensa todos los días en Peter y en el daño que le hizo, incluso, a veces, llora por ello. Ella sabe que Peter está feliz, que esta radiante, lo sentía, y lo veía en las fotos que ponía de perfil en Whatsapp, todas eran ecografías del bebé, y en las fotos que colgaba en Instagram. Peter es feliz. Y a Lali le pone feliz que él sea feliz, porque se merece ser feliz, pero la pone mal el hecho de que quien lo pone feliz no fuera ella.
Se metió de lleno a su trabajo, todo aquel que no fuera su familiar, o Candela, no estaba admitido en su vida, no le interesa conocer a nadie mas. No ahora.
Ya hacían cuatro meses que Peter se habia ido a España en busca de una verdad.
Ya hacían cuatro meses que Lali habia terminado todo lazo con Victorio.
En España una pareja muy feliz sube a su auto para encaminarse al campo, ella tiene una panza enorme en la que llevaba a su bebé, ella sabe que es, él no. Hacia un día muy lluvioso, casi tormentoso, pero aun así necesitan unas semanas antes del gran suceso. Él tamborilea sobre el volante al son de la canción en la radio, no la conoce, pero le gusta. Ella canta a gritos, ella si la conoce, y le encanta. La bebé (Si, es una ella­) danza en la panza de su mamá.
Dos semáforos mas y salen de la ciudad.
Una canción mas que suena en la radio que él no conoce, pero que le gusta.
¿El semáforo se descompuso?
Eso cree él mientras avanza con precaución hacia el otro lado de la calle.
¡La lluvia no lo deja ver!
Un claxon lo arrastra hasta la izquierda a toda velocidad.
Su mano ya no esta entrelazada con la de su compañera. La radio dejo de sonar, su mundo se volteo.
Su mundo se oscureció en una milésima de segundo.
Un claxon hizo de su vida una tortura.
Las sirenas provenientes de las ambulancias que se acercaban le taladraban la cabeza.
¿Por qué se acercan ambulancias?
¿Qué paso?
Miro a su lado y se quedo helado al ver a Natalie inconsciente.
El auto estaba volcado.
Una mano lo jalo hacia afuera, mientras otra se encargaba de ella.
Cuando estuvo en pie, despues de haber recibido atención por parte de los paramédicos, deseo morise ahí mismo.
Lo siento.
Le habían dicho al transcurrir los días siguientes. Miles de Lo siento’s acumulados, y él seguía sin saber que paso.
Y él seguía sin querer saber que paso.
Su mejor amiga Eugenia había acudido, una vez más, a su rescate.
Y ahí fue cuando estallo.
-¡¿Por qué sigo acá, Euge?! ¡¿Por qué no me fui con ellas?!
Porque si, mientras buscaba algo que le diera consuelo entre las cosas de Natalie, había encontrado las ecografías y el estudio en donde decían que esperaban, esperaban que palabra tan mas horrible conjugada al pasado, una bella niña.
¡Una niña! Iba a ser padre de una niña.
Iba.
Porque ya no.
-Peter, hey, Peter
-¡No quiero estar acá!
-¿Te queres ir? ¿Qué queres hacer? Lo que vos quieras hacer yo te banco, pero por favor decime que hacer –Me decía, tratando de no soltar las lágrimas que se asomaban en sus ojos-
-Me quiero morir, Euge –Negó y me abrazo-
Habían trasladado los cuerpos a Buenos Aires, por eso se entero todo el entorno de Peter, porque él estaba muy muerto como para avisarle a alguien, incluso a su propia familia, que su novia y su princesa, se habían ido sin despedirse.
Tambien se entero Lali, por un desliz de Candela, que se entero por Agustin, al que le dijeron que Peter Lanzani habia perdido a su mujer y a su hija en un accidente tan monstruoso que todavía se sorprendían que él siguiera vivo. Y Lali creyó morir.
Y al dia siguiente, y sin esperar nada más que insultos, se presento en su apartamento. Eugenia le contesto, y en murmullos le pidió que se marchara y que no regresara, que tuviera respeto, si no era por Peter y Natalie, que lo tuviera por la bebé. Lali se fue sin chistar, porque entendía, porque no queria causar molestias, no a Eugenia, a Peter.
Fue a la iglesia y elevo al cielo una plegaria para pedir por el alma de Natalie y del bebé. No se dio cuenta cuando la tristeza invadió su corazón, y empezó a llorar. Lloro ahí, en la capilla, no sabía porque, pero lloro, lloro sin impedimentos.
Cuiden a Peter, por favor, cuídenlo mucho. No dejen que la tristeza sea tanta que se vea obligado a seguirlas, por favor.
Encendió dos veladoras; Una para Natalie y otra para el bebé.
Una oración mas, y se marcho.
Volvió a intentar ver a Peter dos semanas después, y solo consiguió que Eugenia la mirara mal. Se marcho cabizbaja.
Una semana despues de eso…
-Déjame ocuparme, por favor
-No, Mariana, ándate
-Eugenia, por favor
-¡Que no!
-Por favor, si él te llama y te dice que vuelvas, volves, pero por ahora déjame ocuparme a mi –Suspiro y miro al fondo.
-Cuídalo bien –Asentí-
Volvió a entrar, tomo su cartera y se fue. Mire a mi alrededor, había mucho desorden, así que me puse a ordenar un poco. Cuando mi estomago empezó a reclamar comida, camine hacia la cocina, abrí el refrigerador y estaba completamente vacío. Llame al supermercado y encargue un poco de todo. Cuando corte, me di cuenta que estaba frente a la puerta de la habitación de Peter, abrí despacio y haciendo el menor ruido, y lo vi, ahí hecho bollo en medio de la cama, puse mi celular sobre la cómoda que esta enseguida de la puerta, me acuclille frente a él, peine con suavidad su cabello y acaricie delicadamente su nariz, tenía los ojos hinchados.
Ay, Peter.
Mi celular comenzó a sonar de una, y abrió lentamente los ojos.
-¿Lali?
Dijo, con voz rasposa. Me incorpore para mandar la llamada más inoportuna del mundo, al buzón. Puse el celular en vibrador y lo metí en mi bolsillo. Di media vuelta y me choque con él, tenía todo su gesto triste, me miro, lo mire.
-Hola –Le dije suave, levante mi mano con la clara intención de acariciar su mejilla, no puso resistencia y continúe, acogió mi caricia sin mas- ¿Cómo estás? –Negó con los ojos cerrados y lo abrace- Lo siento mucho, Peter
-Lali…-Su voz se quebró, y al mismo tiempo mi corazón-
-Ya, lindo...ya –Acaricie su espalda de arriba abajo, bese su pecho repetidas veces-
-¿Qué haces aquí, no estaba Euge? –Pregunto después de una eternidad en un silencio reconfortante. Me miro a los ojos, los tenía muy rojos e hinchados-
-Sí, pero…
-Me gusta que estés aquí –Sonreí y bese su mejilla-
-Lo siento mucho –Su gesto cambio, como si le hubieran pegado un puñetazo en el estomago-
-Gracias –Se sentó en la orilla de la cama con las piernas abiertas-
-¿Queres hablar de ello o…? –Negó- Te sigo queriendo mucho, Peter, muchísimo
-Yo a vos, linda –Me acerque a él y me instale entre sus piernas, me abrazo por la cintura y bese su cabello repetidas veces-
El intercomunicador de la puerta sono varias veces antes de que por fin lo escuchara bien.
-¿Quién es?
-Veni a averiguarlo –Le sonreí, tome su mano y jale-
-No tengo ganas de salir
-No hay nadie ahí afuera si es lo que te preocupa, eh
-No, no es eso –El timbre otra vez-
-Veni, dale
Escuche un resoplido cuando salí hacia la puerta principal.
-¿Quién?
-Supermercado  
Abri y quite el pestillo. Cuando me di media vuelta, ahí estaba él, sentado en el sillón, mirándome fijo. Le sonreí.
-¿Supermercado?
-Tenes la nevera vacía
Cerró los ojos y lanzo la cabeza hacia atrás.
Dos golpes a la puerta y abrí, tres hombres con jabas de madera y bolsas de plástico, entraron, tome mi cartera y saque la tarjeta, se la entregue al que tenía una terminal colgando del cinturón, me sonrió amable, paso la tarjeta, digito un par de números, me la entrego y se marcharon.
-¿Qué queres que te haga de comer?
-Lali, no es necesario que estés aquí, Euge puede ocuparse, o alguno de los chicos, o…yo, creo que es tiempo de que yo me ocupe de mi mismo.
-Hey, me quiero ocupar de vos –Le dije, acercándome a él-
-¿Por qué?
-¿Porqué no?
Lo mire, y me miro, y nos miramos. Suspire y me sente frente a él, sobre la mesa ratona de cristal.
-Si queres que me vaya, solo decilo
-No quiero que te vayas, pero no quiero tener compañía
-¿No queres tener mi compañía?
-No sos vos, Lali, enserio
-¿Entonces que es, Peter? No entiendo
-Lali…
-Peter, habla conmi…
-¡Se murieron mi novia y mi hija! ¿Eso lo entendes? –Grito, sus ojos estaban llenos de lagrimas- No quiero ver a nadie, te quiero tener aquí, pero no ahora, no quiero ver a nadie
-Peter, déjame ayudarte
-¿Podes traer a Natalie y a la bebé de vuelta? Porque si es así, ayúdame de una buena vez porque siento que me voy a morir
Y crack su corazón se resquebrajo. Asintió, no porque pudiera traerlas de vuelta, sino porque entendía. Le quería decir tantas cosas, quería abrazarlo hasta que sus pequeñas partes se unieran de nuevo, y quería besarlo. Pero lo único que hizo fue levantarse, tomar su cartera y salir del apartamento, dejándolo en el sillón, con la cabeza en sus manos y las lagrimas rodando por sus mejillas y cayendo a la alfombra negra.
Y ya dentro de su automóvil, porque las lagrimas no se esperaron llegar al apartamento, lloro. Lloro por verlo así, por la situación, y lloro por ella, porque cada dia que pasa se enamora mas y mas de él.
Ay, Peter, ¿Qué tiene la vida con vos?
Sentía su apartamento tan frio despues de haber probado la vida familiar. La calurosa vida familiar. Ahora todo le parecía tan… vacio.
Y la visita de Mariana solo había sido para peor. Volverla a ver revivió en él sentimientos que creía muertos. Se dio cuenta que extrañaba tanto su sonrisa, que la extrañaba tanto a ella, que casi le pareció un insulto a Natalie, por eso se vistió y fue al cementerio, a verlas sin verlas.
Una lapida de granito blanco, un epitafio que decía quien habia sido Natalie Perez, su año de nacimiento junto el año en que la arrancaron de sus brazos. Y ahí, al ladito, la tumba de su princesa, Paloma Lanzani Perez.
Siempre seras la princesa de papá.
Le había dicho el epitafio a Gastón entre lagrimas, a este le desgarraba el alma ver a su hermano tan mal, y pensó lo mismo que Lali
¿Qué tiene la vida con vos, Peter?
Con las yemas de los dedos resiguió el contorno de las letras, tanto del nombre de Natalie, como del de Paloma.
Lo único que deseaba en ese momento era seguirlas.
No supo cuanto tiempo despues, porque en realidad no queria saber el tiempo en el que estuvo tan sumido en la oscuridad de su apartamento. Sus amigos habían respetado su decisión de no tener visitas por el momento, si los necesitaba los llamaría, mientras no. Su celular estaba apagado desde el dia en que el sol dejo de salir para él. Su abuela estaba tan preocupada que era a la única que admitia en el apartamento, ella se encargaba de él. De su pobre muchachito.
Una visita inesperada, con mucha furia en la voz, y sin saber a que se atenía, toco a su puerta. Su abuela no estaba, habia ido al supermercado a comprar víveres.
-Juan Pedro –Dijo Oriana, no habia hablado con ella, todas sus peticiones de alejarse por un tiempo fueron pasadas a través de Eugenia. Su voz estaba cargada de furia contenida, pero tambien de tristeza.-
-Oriana –Le dije, muy bajo. Dio un paso hacia mi, y me abrazo. Eso si que no lo esperaba- ¿Paso algo?
-Paso que te necesito de vuelta en mi vida, a vos o a un pedazo de vos, pero por favor no te alejes mas –Me separe, se sento en el sillón, me sente en la mesa ratona, frente a ella. Tomo mis manos.- Entiendo que necesites tu tiempo, Peter, enserio, lo que te paso…-Negó, mejor que no lo pronuncie- pero ya es tiempo de avanzar, ¿No crees? Natalie y Paloma no estan mas, lo sé, y sé que es triste que no pudieras, ni siquiera una vez, sostenerla entre tus brazos
Cerré los ojos con fuerza. Ori, basta por favor.
-También se que a Natalie no le hubiera gustado verte así.
-Ori, por favor… -Negó-
-No te pienso tratar con guantes de seda, no mas, Peter. No pienso quedarme al margen viendo como te hundes en tu propio charco de tristeza sin hacer nada. Sos mi amigo, por vos voy a la oscuridad y te traigo sano y salvo. No pienso dejar que te ocultes mas. Pienso venir todos los días a hacerte compañía, y si no me abris me quedare en el pasillo, no me importa. Una vez me prometiste, muy bajito y en secreto, que siempre serias mi mejor amigo, siempre, que contara con vos para lo que necesitara… bueno, te necesito a vos, ¿Cómo podes arreglar eso? –La mire, no dije nada- Soy lo bastante chiquilina para cumplir lo que digo, eh. –Asenti- Entonces, ¿Me traigo una almohada para que el culo no se me acalambre mientras me siento en el pasillo, o traigo la nueva película de J.K Simmons?
Sonrei. Te quiero mucho, Oriana Sabatini.
-¿Pelicula y pochoclos? –Asenti y la abrace- ¿No me odias por ser una pendeja entrometida?
-Nunca. Vos sos mi pendeja entrometida. La única pendeja entrometida por la que meto mis manos al fuego. Te quiero muchísimo
-Y yo a vos, y te quiero ver bien, ¿Si? No mas lagrimas, no mas tristeza, ¿Si?
Asentí.
Y Oriana cumplió su promesa, al día siguiente, y durante toda una semana, visito a Juan Pedro en su apartamento, con una película distinta en mano cada día, eso y pochoclos.
La nona Lanzani había vuelto a casa de su hermana al ver que su pobre muchachito ya no estaba tan mal, esa jovencita de ojos verdes lo estaba trayendo de vuelta a la luz.
Gracias, muchachita de ojos verdes cuyo nombre no recuerdo, te estaré eternamente agradecida.
Solamente Julián sabia que Oriana visitaba a Peter todos los días, ella no se animaba a contarle a nadie más, temía que, si lo hacía, Eugenia se enfadara mucho por no respetar las decisiones de Pedro, pero es que cuando de Peter se trataba… cuando de Peter triste se trataba ni el mismísimo Diablo la haría alejarse de él, no cuando su mejor amigo estaba mal. Respeto la decisión durante un tiempo, pero cuando se cumplió un mes de eso no pudo más, se lanzo al apartamento con nada más que el discurso que le diría en cuanto abriera la puerta. Pero verlo ahí, tan destruido, con esas ojeras y flaquito flaquito hizo que, por un momento, la furia de Oriana por no haberlo visto desde el funeral de Natalie se escondiera durante unos momentos. Lo abrazo tan fuerte como pudo, y después le dijo todo lo que pensaba. Obteniendo mejores resultados de los que esperaba, no tardaría demasiado tiempo en traer de vuelta a su Pipu. Era una promesa.
Lali, por otro lado, no podía más de la angustia y la culpa, había dejado a  Peter peor de lo que lo encontró. No había soportado verlo así, lo había empujado tanto a la orilla de la tristeza que se había caído.
Perdóname, Peter.
Se repetía una y otra vez desde que salió de su apartamento, ya hace un mes de eso. Lo extrañaba incluso más que cuando se fue a España, al menos sabía que allá estaba bien, pero aqui… Tenia que verlo, enserio queria verlo, no se dormiría agusto hasta que lo viera, pero no seria esa noche, esa noche se tomaria un somnífero que la obligara a dormirse, por las malas o por las malas, no quedaba otra. Al dia siguiente, y muy decidida, puso rumbo al apartamento de Peter.
No esperaba encontrarse con la escena se encontró al abrir la puerta, la que estaba sin pestillo, despues de entrar al edificio cuando un vecino de Peter salia.
Una morocha ojiverde estaba junto a Peter, junto a su Peter, con las piernas sobre la mesa ratona, riendo a carcajadas. Como extrañaba sus carcajadas. Y verlo así, no junto a la morocha, verlo feliz, embargo su corazón de tranquilidad.
Tampoco esperaba el abrazo que le dio Peter cuando este se dio cuenta de su presencia en el lugar. Le susurro mil veces Perdóname al oído, le hacía bien abrazarla. Lali lo rodeo con sus brazos y beso su pecho.
Te extrañe, Peter.
Y como en una película, el apartamento de Peter se lleno; Primero llego Eugenia, con un morochito detrás, al que la morochita que estaba con Peter corrió a abrazar, Eugenia miro a Lali despectivamente, no porque estuviera en el lugar, eso no le interesaba, sino porque estaba abrazando a Peter, y es que desde el momento en que lo llamo Un consuelo la ira hacia ella solo se había ido acumulando. Peter abrazo a su amiga como si hace siglos no la viera, y la verdad era así, este Peter hace siglos que no ve a Eugenia, y Eugenia hace siglos que no veía a este Peter. Después, llegaron los amigos de Peter, a quienes también abrazo muy fuertemente. Lali quedo en un segundo… o tercer… o cuarto plano, mirando como todos abrazaban a Peter.
Te extrañaban, Peter.
Interrogaron a Oriana, la morochita que estaba con Peter, preguntándole que si por que había venido a ver a Peter cuando él pidió que no lo hicieran, a lo que Peter contesto que no importaba, que ella podía. Y se volvieron a abrazar para limar asperezas. Tincho fue el primero que noto la presencia de Lali, Peter camino hacia ella para abrazarla, tan fuerte que casi la exprime.
Cuando todos se fueron, todos excepto Lali, se sentaron en el sillón, uno al lado del otro. Ella fue la primera en romper el silencio preguntándole que si como estaba, a lo que él contesto que mejor, lo que a ella le alegro. Después él le pregunto que si como estaba, ella asintió, después pregunto por Victorio, y ella le conto que todo se había terminado, esta vez si para siempre, también le pidió perdón por la forma en la que lo trato la vez que se encontró con ellos, lo que él contesto con un ligero apretón en la mano de ella. Todo quedo olvidado.
Lali le preparo milanesas con papas fritas, a pesar de que Peter le dijera que no tenia hambre, pero es que ella lo veía taaan flaquito que no le quedo de otra. Su conciencia no la dejaría en paz si se marchaba del lugar sin haberle dado de comer.
Mientras él comia, ella le platicaba sobre su vida, pregunta de él. Tambien le conto sobre Cande y Agustin, que le habían mandado saludos, a lo que él sonrio.
-Bueno, ahora si me retiro –Le dije, despues de que terminara de lavar los platos.
-Gracias, Lali, enserio –Me dijo, y tomo mi mano entrelazando sus dedos con los mios.
-Yo no hice nada, Peter
-Viniste, eso para mi es muchísimo
-Ya te dije; Te sigo queriendo. Yo me preocupo por las personas a quienes quiero
-Entonces, gracias por quererme –Sonrei y negue. Lo abrace-
Durante las semanas siguientes, y con pasos chiquitos, Peter volvió a recuperar su vida, su vida de antes, la vida que extrañaba, pero la que hubiera cambiado por todo lo que poseía si pudiera estrechar, aunque sea solo una vez, a Paloma entre sus brazos.
La presencia de Lali era constante, ya sea con llamadas, mensajes, o una simple salida a comer. Peter hablo con Gastón sobre los sentimientos que mantenía aun por Lali, a lo que él contesto que estaba bien, que no estaba engañando ni a Natalie ni a Paloma, porque ellas solo querrían lo mejor para él, y que, si Lali es lo mejor para él en ese momento, que le diera para adelante.
Claro que Peter no solo se quedo con esa opinión, también acudió a su abuela, la que además de decirle prácticamente lo mismo que Gastón, pero con frases de los abuelos, le dijo que tendría que ir ocupando su casa, la de la infancia, la que le compro. Y él decidió que ese seria su próximo cambio.
Fue a casa de Eugenia tambien, a la que no le agrado mucho el hecho de que siguiera enamorado de Mariana, pero que si ella lo hacia feliz que no habia mucho que hacer. Le conto que estaba saliendo con un hombre que se llama Nacho Viale, o Ignacio, y que se lo presentaría en cuanto se diera cuenta que no solo la boludeaba.
Volvió a su departamento con la cabeza hecha un bonchi de emociones; Estaba feliz por el hecho de que las personas más cercanas a él no verían de mal modo que siguiera con su vida, pero también estaba muy confundido, no sabia si seguir con su vida cuando, indirectamente por su culpa, Natalie y Paloma ya no habían podido seguir con la suya.
Así que, esa noche, se durmió abrazado a la ecografía de Paloma, era lo único que lo calmaba. Ya decidiría luego que haría, esa noche solo quería estar con su princesa.
Lali también se sentía culpable por mantener sentimientos por Peter, mas aun sabiendo que él jamás los correspondería, no ahora, no con el fantasma de lo que paso rondando. Aunque él ya estuviera mejor que hace dos meses, cuando volvió de España, seguía habiendo tristeza en su mirada, y ella temía que jamás estuviera feliz del todo. No importa si su relación jamás existía, solo quería verlo bien, verlo del todo bien.
Porque eso es el amor; Querer lo mejor para el otro, no importa que.
Las semanas transcurrieron y lo único que cambio fue la dirección de Peter. Y para inaugurar su nueva vieja residencia, hizo un asado. Solo su familia, sus amigos, y Lali, estaban invitados. Todos los presentes vieron a un Peter mucho mas renovado, un Peter al que todos aquí amaban, un Peter al que todos extrañaban.
Ya cuando solo quedaban Eugenia, Valentina, Lali y Peter en el lugar, las mujeres decidieron que era hora de recoger todo para retirarse.
-¿Cuáles son tus intenciones, exactas, con Peter? –Me pregunto Eugenia, mientras lavaba los cubiertos-
-Emm… vos si que sabes cómo incomodar a alguien, eh
-Mariana…
-Lo quiero, ¿Está bien? Lo quiero muchísimo, y se, entiendo, que no me tengo que meter, que no me quieres ver cerca de él, -Cerre la canija, y la mire, tenia los dientes apretados y me miraba enojada- pero siento decirte que no me importa. Y si no es Peter el que me dice que me quiere lejos de él, no me pienso alejar
-¿No tenes respeto por nada vos? –Arrojo el repasado a la estufa, con total indignación-
-¿Respeto por quien, por Natalie, por la bebé, o por vos que me chupa un huevo lo que me digas? 
-Por ellas, claramente
-¿Qué te hace pensar que no les tengo respeto?
-Que esperaste que estuvieran fuera del camino para arrojarte a los brazos de Pedro
Y no se que me paso, pero mi mano choco fuertemente con su mejilla, dejando un escozor horrible.
Odio abofetear a las personas.
-¿Qué pasa aquí? –Pregunto Peter, entrando a la cocina, miro a Eugenia que tenia la mano cubriendo su mejilla roja, y me miro a mi, que tenia la furia a flor de piel-
-Tu putita que no puede esperarse a que siquiera cumpla un plazo razonable la muerte de Natalie y Paloma –Al oir sus nombres la cara de Peter se contrajo, como si le hubieran dado un puñetazo al estomago- para esperar acostarse con vos
-Eugenia, no le digas así a Lali. Y yo la invite, capaz sea yo quien espera acostarse con ella, ¿No crees? –Ella lo miro, incrédula por lo que acaba de decir- Y no metas a Nati y a Paloma en esto
-Pedro
-Eugenia
-¿Ella?
-Ya te lo dije
¿De que estan hablando?
Eugenia se giro hacia mi, con un gesto diferente, no estaba contenta, pero tampoco sonreía.
-Hacele algo, y te mato, ¿Estamos? –La mire, ¿Qué contesto a eso si no se de que rayos esta hablando?- ¡Te pregunte que si estamos, Mariana!
-Eugenia…-Comenzó Peter-
-Estamos, si –Le dije. Le dio un casto beso a Peter en la mejilla y se marcho de la cocina, y posteriormente de la casa- ¿Qué fue eso? –Pregunte con un hilo de voz-
-Euge no reacciona bien al tema de que sos el amor de mi vida –Lo dijo así, de una, sin anestesia. Seis palabritas de nada que hicieron mi mundo girar-. ¿Estás bien?
-¿Soy el amor de tu vida?
-Y… si –Dijo. No lo estaba viendo, pero sentía su sonrisa en las palabras-
-Peter…
-Quiero continuar con mi vida, Lali, y no se de alguien mejor que de vos para pedirle que me acompañe
Sonrei.
Sonrio.
Sonrieron.
Y desde ese momento todo fue como una montaña rusa; La relación tenia subidas y bajadas, pero siempre solucionaban todo con mucho amor. Porque si algo sobraba en su relación, eso era amor. No lo oficializaron hasta meses después, muchos meses después, de la conversación que tuvieron en la cocina. Aunque ya todo su entorno sabían que morían el uno por el otro, querían respetarlos hasta que fueran ellos quienes les dijeran que estaban locamente enamorados.
La primera vez que hicieron el amor fue con la cancion  de Say you love me de fondo, todo muy lento, todo muy pasional, todo cargado de amor y comprensión. Y al terminar, al llegar al climax, susurraron casi al unisono
Te amo
En los labios del otro.
La relación muchas veces se vio sumida en los fantasmas que a Peter le quedaron por el accidente, cuando alguien les mencionaba lo de que tuvieran hijos, Peter solo cambiaba de tema. Y Lali, sin decir nada ni hacer ningún gesto, sufría.
Dos años después de ser novios, dos años en los que la relación se fortaleció mucho, una noche, en el jardín de la casa Lanzani Esposito, una mesa de madera, muchas velas, muchos pétalos, un hombre arrodillado frente a una mujer con los ojos llenos de lagrimas y el alma llena de emociones, un susurro diciendo Si, una cajita de terciopelo azul en el suelo que antes contenía el anillo que ahora ella lleva en su dedo.
Se van a casar.
La vida de Peter pareció oscurecerse cuando, un año despues del dia mas feliz que habia tenido en mucho tiempo, Lali le dijo, entre lagrimas, que estaba embarazada.
-¡¿Cómo podes ser tan egoísta?! –Le grito en el dormitorio, despues de que ella le dijera que estaba embarazada-
-No lo el…
-¡No me interesa lo que me puedas decir! No quiero tus excusas baratas. Sos una…
-No digas cosas de las que luego te puedas arrepentir
Peter negó. No podía creer que la mujer que él había elegido para compartir su vida, para recorrer el camino con su mano unida a la suya, fuera tan egoísta, que solo pensara en ella y en su felicidad.
Lali sabía que a Peter este tema le costaba mucho hablarlo, por eso decidió decirle ya que estaba muy segura del embarazo, después de hacerse mil test. Lo que jamás pensó es que reaccionaria de esta forma. Le dolía el alma verlo así. Después de todos los días tan lindos que habían tenido, la realidad siempre se impone, fue como si su burbuja hubiera explotado, lanzándola a un enorme agujero que parecía no tener final.
-Me pregunto si casarme con vos fue la mejor decisión
Le dijo, con los dientes apretados. Salió de la casa dando un portazo.
El corazón de Lali se rompió, una vez más, a causa de Peter.
Esa noche, no supo si él regreso o no, el daño ya estaba hecho. Se durmió abrazándose a su vientre, por ahora, plano, susurrándole, o susurrándose, que todo estaría bien, que Peter estaría bien, y que lo terminaría, o la terminaría, aceptando.
Porque si de algo estaba muy segura, es que Peter la ama, por sobre todas las cosas, incluso por sobre sus fantasmas.
Una leve petición elevada al cielo hacia Dios, hacia Natalie, incluso hacia Paloma, pidiéndole que cuidaran a Peter, y que iluminaran su alma.
Dos días mas, Peter regreso. Entrando por la puerta principal, se encontró con la casa vacia, a pesar de que eran las dos de la tarde de un martes. Subio las escaleras de dos en dos, entro a la habitación que compartía con Lali, y la encontró abrazada a un almohada, a la almohada que él usaba siempre. Se sento en la cama y, casi al instante, ella se abalanzo a sus brazos.
No importaba si no quería ser padre, no importaba si la abandonaba, ella solo queria abrazarlo una vez mas. Que el mundo se cayera sobre su cabeza, no importaba nada, solo queria abrazarlo.
Perdoname, por favor, perdóname, mi amor, sabes que te amo, pero…
Ella negó, y cayo sus preocupaciones ahogándolas con un beso. Cuando se separaron, lo miro a los ojos, el miedo los inundaba. A ambos.
Y Peter empezó a tomarse todos los días, todos los meses, llevándolo de a poco.
Mes 1: Estoy asustado.
Mes 2: ¿Va a volver a pasar lo mismo?
Mes 3: No quiero saber nada.
Mes 4: No se, vamos viendo.
Mes 5: Que linda panza tenes, Lali.
Mes 6: Estoy enamorado de esa panza.
Mes 7: ¡Nadie sale de casa!
Mes 8: Ya casi.
Mes 9: Es hora. La quiero conocer.
Un quirófano porque, por desgracia, la bebé, porque si, iba a ser nena, tenia el cordón umbilical enredado en el cuello. Una mujer, un hombre, muchos doctores… Muchos gritos, mucha sangre. Se complico todo.
Peter tenía el alma en un hilo. Todos sus familiares estaban afuera, pero la única persona que realmente le importaba, las únicas personas que realmente le importaban estaba en peligro.
Sus manos estaban entrelazadas, al igual que sus almas, si ella sufría, él sufría, y si ellas sufrían él sufría el doble, o el triple.
No supo durante cuanto tiempo el alma se le salio del cuerpo, solo sabia que en el momento en que escucho el llanto de su hija inundar la habitación, él suspiro aliviado.
Esperanza estaba con ellos.
Sana y salva.
Habían decidido llamarla Esperanza por muchas razones, pero la mas especial Peter se la guardaba solamente para él.
Dejemos que siga así.
Esa misma noche, y en la oscuridad del hospital, él las miraba, casi embobado. Lali dormía plácidamente en la enorme cama.
Sus chicas estaban a salvo.
Gracias, Dios.
Su hijita dormía en la cuna transparente, no llegaba a ser una incubadora, pero el hecho de que se pareciera bastante lo asustaba. Sus pechito subía y bajaba rítmica y lentamente
Arriba… uno, dos, tres… abajo.
Arriba… uno, dos, tres… abajo.
Con mucho cuidado, y lamentando el hecho de si se despertaba, pero él solo la quería abrazar.
Con su cabecita sobre su pecho, le beso repetidas veces, si le dieran la oportunidad de detener el tiempo durante toda su vida, eligiera ese.
Lali se despertó antes que él, y la imagen que vio al abrir los ojos fue, por mucho, la mejor que había visto jamás. Había conocido a muchos hombres que se movían mientras estaban dormidos. Pero ahi estaba Peter, con Esperanza entre sus brazos, abrazándola y protegiéndola como si su vida dependiera de ello. Deseo tener en su mano alguna cámara para capturar ese momento para la eternidad, pero no tenía nada, solo su memoria, y estaba segura que tenía capacidad para más imágenes como esas. 
Cuando la enfermera entro a la habitación para enseñarla a amamantar, casi palideció al encontrar al nuevo padre, dormido, con la recién nacida entre sus brazos, ¡Y la madre no hacía nada, solo los miraba!
Lali la miro y sonrió
-No se preocupe, mataría a alguien antes de que se atrevieran a tocar a su bebita -Le dijo la señora Lanzani. Asintió insegura, comprendiendo.
Que rara familia.
Que linda familia.
Durante el camino Hospital – Casa Lanzani Esposito hicieron treinta minutos, por el simple hecho de que Peter tenía miedo. Lali lo acepto sin más, sabía que tenía sus miedos, sus fantasmas aun no se habían ido del todo, no importaba con cuantas psicólogas fuera, siempre quedaba un poco de inseguridad dentro suyo.
Pero ninguno de los dos se preocupaba por ello, porque cada vez que se miraban se decían, sin decir, Aquí estoy yo.
Aquí estoy yo con vos.
Aquí estoy yo para vos.
Aquí estoy yo para ayudarte a vencer los miedos.
Aquí estoy yo para amarte y para que me ames.
Aquí estuve yo.
Aquí estoy yo.
Y
Aquí estaré yo.
Para la eternidad.
Junto a vos.
Junto a Esperanza.
Juntos
Siempre.                                         

10 comentarios:

  1. aaaaaaa
    gracias por darle un fin a esta historia
    lamente mucho que Natalie y la bebe murieran pero bueno e gusto mucho

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  2. Me sorprendí con la notificación en tw... Pero me encanta que hayas vuelto!!!!
    Me gusto mucho, se te extrañaba por aquí también (:
    @fandeellos_

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  3. Primero que nada Gracias por darle un final a la nove...
    Woaaa sin palabras es tan jdkskskksks , tantas cosas pasaron el como esta contado y así es muy bueno..
    Me gustó mucho, la vdd me encantó... (aplausos)
    A lo mejor ya te lo dijieron pero me encanta la forma que tienes para contar las cosas, así que aunque ojala no dejes de hacerlo, aunque no sea nada laliter... Si algún día lo haces estaría encantada de leer
    Gracias por cada tiempo dedicado a escribir , a subir cap tras cap, a pensar como dale forma a las historias por simplemente poner todo de ti en ellas... Gracias....

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  4. Me encantoo! Gracias por darle fin a una novela tan linda, pero por sobre todo gracias por escribir tan bieeeeeen ! Eres una genia !! Y por si vuelves a escribir algo @zhony18 avisame ! <3

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  5. amo amo amo amo! aplausos por este final y por todas las historias lindas que has creado, te lo he dicho muchas veces pero te lo vuelvo a decir escribes muy lindo Dani genia! espero volver a leer alguna historia mas de las tuyas<3
    @monaespos

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  6. Haaaa gracias gracias por darnos un final a esta novela que tanto nos gustaba ...me encanto como la terminaste .. Fue un final distinto
    @x_ferreyra7

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  7. Ayy me encsntoo
    Me super emocione
    Te felicito
    Segui escribiendo aunq no subas q es lo tuyo!❤️❤️❤️👏

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  8. No me encantó ,ME MARAVILLÖ directamente.
    Gracias x darle un fin a la novela .
    La capacidad k tienes en transmitir en un solo cap ,
    para darle ese fin ,cuando tenía planeados más caps es impresionante.
    A mi me encantan las novelas Laliter.Pero siempre dispuesta a leer novelas tuyas ,
    sean cuales sean los personajes.
    Espero k no le des fin a la escritura xk es perfecta.
    No lo abandones x favor.
    Tu imaginación ,tu forma d expresar y plasmar las historias ,
    hacen k sintamos todas las emociones ,
    en tan solo un cap.
    Suerte en todo lo k te propongas.

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  9. Primero que nada gracias por darle un final :) Yo creo que me hubiera muerto leyendo todo lo que paso en este capítulo si lo desarrollabas a en la historia en muchos. Colapsaba, olvidate.
    Me dio una cosa que se murieran, pobrecitas.
    La verdad espere para comentarte a tener la compu porque del celular se me complica pero ahora ya pasaron unos dias y no me acuerdo todo lo que habia pensado :/ mala mia...
    Lo que si recuerdo es que me gusto muchisimo el final, que fue un gran cierre de esta historia y que me alegro de haber tenido el gusto de poder leer otra de tus historias.
    También te entiendo porque la dejaste, yo la verdad tengo que terminar la mia pero dudo que cuando la finalice escriba otra sobre ellos, ya no es lo mismo, ya no estoy tanto en tema y tengo otras preocupaciones e intereses. Asique nada, lo mejor para vos, una lastima no poder joderte con el tema de que escribas y eso pero un placer poder leerte y "conocerte" ojala algun dia sigas escribiendo y si lo haces avisame. al final, que onda la otra historia que estabas escribiendo ahora que me acuerdo? en que quedo?

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